Virgen de Urkupiña: las historias tras la tradición religiosa que crece cada año

Mañana se celebra la festividad de esta advocación y miles de familias salteñas se preparan para la fiesta.

14 Ago 2018
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Foto de archivo

Mañana, junto a la celebración de la Asunción de la Virgen María, los católicos también recuerdan a la Virgen de Urkupiña.

Esta festividad llegó a la provincia en la década del 90 desde Bolivia, donde se realiza la fiesta central y cada año gana más fieles que honran a la “Mamita Virgen”.

Parte de los preparativos tienen que ver con los atuendos de la imagen, que cada familia honra de forma particular como manera de pedir o agradecer los favores recibidos por la intercesión de la Virgen de Urkupiña.

Durante todo el año hay mujeres que trabajan en la confección de los vestidos de la Virgen y se esfuerzan por embellecer a las imágenes.

Daniela Gerónimo junto a su esposo conoció la devoción a la Virgen de Urkupiña hace ocho años luego de que su hijo cayera internado por problemas respiratorios.

Una vecina les regaló la imagen de la Virgen a la que empezaron a rezarle y “desde ese día hasta hoy jamás tuvo más problemas respiratorios; nuestro sufrimiento terminó ahí”, manifestó la mujer.

 “Nuestro agradecimiento es grande; a partir de ahí es el entusiasmo que tenemos de quererla ver más linda”

Daniela junto a su familia tienen un taller de manualidades y restauración, y en los días de agosto se dedican de forma casi exclusiva a las imágenes de esta advocación.

Por su parte, Adriana Vides, profesora de corte y confección, admite su devoción por la Virgen y desde hace ocho años que participa de la fiesta en Cochabamba, Bolivia. “Voy siempre a agradecer y a pedirle que me de fuerza en mis manos para seguir haciendo sus vestidos”, comentó.


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Adriana empezó trabajando en una santería, donde bordaba a mano los vestidos de las imágenes hasta que un día decidió independizarse.

Tanto Adriana como Daniela eligen y adquieren las coloridas telas en Bolivia. Diseñan atuendos de cholitas, de bailadores de tinkus, gauchescos y otros más señoriales, según la preferencia de sus clientes.


La historia

El culto a la Virgen de Urkupiña llegó desde Bolivia al norte argentino junto al flujo inmigratorio de la década del ´90 y desde aquel entonces no ha parado de incrementar el número de fieles.


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Año a año el escenario central de esta festividad es la Parroquia Nuestra Señora del Pilar, en el barrio homónimo de la capital salteña.

El párroco del lugar había contado a LA GACETA, en una entrevista realizada el año pasado que este fenómeno forma parte de la “expresión de un Dios que quiere mimar y cuidar a su pueblo".

En agosto la Parroquia se llena de fieles, cada uno con sus historias de milagros y con sus agradecimientos para la Virgen de Urkupiña.

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