Los sermones y la Iglesia

26 Ago 2018
1

> POLÉMICA

Extraña, por decir poco, y confusa, por no abundar en elogios, la nota “Los sermones y la Iglesia”, publicada en LA GACETA Literaria y firmada por Jorge Estrella y Roberto Navarro, el 12 de agosto pasado. Declarando no practicar religión alguna (es su derecho y privilegio), fue testigo de que “aterrados” adolescentes miraban el suelo de una capilla española, luego de oír a un sacerdote afirmar que el infierno esperaba a los pecadores bajo tierra. Sorprende que un escritor, para quien las metáforas son su elemento, no haya percibido una tan evidente. Luego define alegremente el miedo al castigo, y al premio post mortem, como “herramientas de dominación”, calificativo que mueve a la risa hoy, incluido a los ateos confesos.

La frutilla del postre es una pregunta que el testigo declara hacerse. ¿Puede surgir de una “cultura tan mínima” (sic) la mejor arquitectura de la historia humana (las catedrales, supongo que se refiere al gótico)? Me declaro de acuerdo en lo referente a la excelencia de la arquitectura religiosa, románica, gótica, barroca y renacentista. Lo que se me ocurre espeluznante es considerar “mínima” a una cultura que incluyó a Agustín de Hipona, Ignacio de Loyola, Tomás de Kempis, Domingo de Guzmán, Teresa de Avila, Constantino, Buonarotti, Bernini, Da Vinci. Si esto fue “mínimo”, ¿qué consideran Estrella y Navarro como “máximo”?

© LA GACETA

IGNACIO PÁEZ DE LA TORRE

TUCUMÁN

Comentarios