¿Qué hay que hacer para tener un embarazo sano?

No hay que comer doble, pero sí cuidarse la piel para contrarrestar los efectos de la hiperpigmentación o para evitar las estrías.

05 Sep 2018
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A MOVERSE. Las actividades físicas aconsejadas son yoga, pilates, natación o ejercicios con pelotas gigantes.

Para una familia, tener un hijo es uno de los momentos más importantes y toda la energía está centrada en cuidar a ese bebé desde su nacimiento. Cada actividad que se hace, lo que se consume, lo que se siente, influirá en ese período de gestación. En el marco del Día de la Obstetricia y de la Embarazada, que se celebró el 31 de agosto, profesionales compartieron información y consejos para que esta etapa sea lo más sana posible. De esa manera se evitan complicaciones para el niño y la futura mamá.

En primer lugar, hay que contemplar que no solamente la salud física incide en el normal desarrollo de un embarazo, sino también el bienestar psíquico y emocional, sostiene Cecilia Avancini, jefa de Pediatría de Vittal, organización de urgencias y emergencias médicas extra hospitalarias más grande de la Argentina. Luego detalla las siguientes recomendaciones que se deben seguir durante la etapa de gestación para sentirse bien, minimizar los riesgos en el parto y contribuir con la salud del bebé.

Comer y beber sano

Llevar una dieta equilibrada y moderada, rica en ácido fólico, hierro y calcio, pero reducida en grasas. Además, se debe tener en cuenta que una mujer embarazada requiere solamente 300 calorías adicionales por día, por lo tanto, el mito de que hay que “comer por dos” es falso. Es igualmente esencial incorporar verduras, frutas, cereales, lácteos y legumbres, mientras que el aporte diario de proteínas de carne y pescado (no crudos) ayudará a que el bebé crezca sano y la mamá no aumente de peso en exceso. Hay que beber la suficiente cantidad de agua (dos litros por día) y disminuir la ingesta de té, café y gaseosas. Alcohol, drogas y medicamentos que no hayan sido indicados por el médico están completamente prohibidos.

A MOVERSE. Las actividades físicas aconsejadas son yoga, pilates, natación o ejercicios con pelotas gigantes.

Tomar suplementos

El médico recomendará suplementos que contienen ácido fólico y hierro. Los primeros son necesarios para reducir el riesgo de malformaciones congénitas del tubo neural, como la espina bífida. Por otra parte, durante el embarazo aumenta el requerimiento de hierro en el organismo, sobre todo en el segundo y el tercer trimestre.

Hacer ejercicio

Hay ciertas actividades muy recomendadas para las embarazadas como caminar, practicar yoga, pilates, natación o ejercicio con pelotas gigantes. Sin excederse en esfuerzo, el ejercicio controlado beneficia a la mamá y al bebé durante el embarazo y ayudará a la mujer a recuperar más rápidamente su peso una vez que nazca el bebé.

No fumar

Fumar durante el embarazo aumenta el riesgo de un aborto espontáneo, puede causar retardo de crecimiento, desprendimiento de placenta y hasta parto prematuro. Hay estudios que han encontrado relación entre fumar y el incremento de las probabilidades de tener un bebé con labio leporino y paladar hendido.

Visitas médicas

Ir a todos los controles médicos y seguir las instrucciones del obstetra, que indicará las pruebas prenatales correspondientes, es primordial. Estos estudios aportarán tranquilidad y constituirán el acercamiento inicial al bebé, ya que con las ecografías tendremos sus primeras imágenes.

Ropa cómoda

Se recomienda el uso de calzado e indumentaria cómodos, sin descuidar el estilo al que está acostumbrada la futura mamá, dado que priorizar su autoestima contribuye al normal desarrollo del embarazo. Por su parte, buscar actividades que aporten tranquilidad y hacer ejercicios de relajación ayudará a sentirnos mejor, al igual que hacer actividades que nos gustan como ir al cine, leer o salir. Y un buen descanso durante el embarazo es muy importante, ya que el organismo está haciendo un sobre esfuerzo para aportarle al bebé todo lo necesario para desarrollarse.

Cuidar la piel

En el embarazo se deben aplicar cremas solares protectoras para evitar la aparición de manchas, porque por acción de las hormonas, en esta etapa la piel sufre alteraciones como la hiperpigmentación. También hay que utilizar cremas antiestrías, que previenen la aparición de cicatrices como resultado del estiramiento de la piel, con especial atención durante los meses finales, cuando la piel se estira a ritmo muy rápido.

Citas con el dentista

No hay que olvidarse de la higiene y la salud bucal: cepillá los dientes después de cada comida, usá hilo dental y visitá periódicamente al dentista. Los cambios hormonales en el embarazo pueden hacerte más susceptible a las enfermedades de las encías como la gingivitis y, a su vez, cada vez hay más evidencia de la correlación entre la gingivitis avanzada, o periodontitis, con el parto prematuro y los bebés de bajo peso al nacer.

Prepararse al parto

Asistir a las clases de preparación al parto sirve para adquirir conocimientos y consciencia sobre los cambios en nuestro cuerpo, y conocer conceptos sobre las fases del parto, la higiene del bebé o la lactancia nos ayudarán a sentirnos más preparadas para lo que se avecina.

En la medida de lo posible, es bueno compartir estas actividades en pareja.

Desde el punto de vista alimentario, hay que tener en cuenta que el hecho de que haya un crecimiento fetal hace que el aparato digestivo se vea reducido. Por ello, a veces se da constipación o reflujo (lo agudiza el consumo de alimentos y bebidas como café, mate, frituras, chocolate). Para aliviar estos síntomas, ayuda la ingesta de frutas secas, semillas, frutas y vegetales. Durante el embarazo se produce mucho tejido debido al crecimiento del bebé y por ello la alimentación balanceada es lo mejor: se trata de equilibrar hidratos de carbono, como fideos, arroz o pan. No hay que suspenderlos del todo, sino reducir a unas cuatro veces a la semana un cuarto del plato de esos alimentos. Eso sí: hay que evitar los alimentos procesados. El establecimiento de la alimentación se da a través de una conexión con uno mimo y el bebé, que también tiene sus propios gustos alimentarios construidos desde la placenta. Hay que pensar que todo lo que se incorpora será energía para el bebé y para la madre.

> Opinión

Balancear todo lo que comemos

Guillermo Omar

Licenciado en nutrición (@nutricion.integral_tuc)

Desde el punto de vista alimentario, hay que tener en cuenta que el hecho de que haya un crecimiento fetal hace que el aparato digestivo se vea reducido. Por ello, a veces se da constipación o reflujo (lo agudiza el consumo de alimentos y bebidas como café, mate, frituras, chocolate). Para aliviar estos síntomas, ayuda la ingesta de frutas secas, semillas, frutas y vegetales. Durante el embarazo se produce mucho tejido debido al crecimiento del bebé y por ello la alimentación balanceada es lo mejor: se trata de equilibrar hidratos de carbono, como fideos, arroz o pan. No hay que suspenderlos del todo, sino reducir a unas cuatro veces a la semana un cuarto del plato de esos alimentos. Eso sí: hay que evitar los alimentos procesados. El establecimiento de la alimentación se da a través de una conexión con uno mimo y el bebé, que también tiene sus propios gustos alimentarios construidos desde la placenta. Hay que pensar que todo lo que se incorpora será energía para el bebé y para la madre.

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