"Nadie" pidió sacar el crucifijo de la Legislatura
A través de una carta formal, el presidente de la Cámara de Diputados le aseguró al monseñor Mario Cargnello que la decisión no fue suya.
La polémica en torno al retiro de un crucifijo en la Legislatura provincial sigue sin resolverse. El presidente de la Cámara de Diputados, Manuel Santiago Godoy, aseguró que la decisión no fue suya en una carta formal que envió al Arzobispado de Salta.
En ese texto dirigido a Mario Cargnello, el legislador también desligó de responsabilidades al periodista Horacio Verbitsky (teniendo en cuenta que el conflicto se generó en la presentación de su libro ‘Vida de perro’) y trasladó la decisión a los organizadores del evento.
“La Legislatura es un espacio público y laico”, asegura Godoy en el documento y agrega que la solicitud resultó válida “independientemente de la creencia y de la voluntad de las autoridades legislativas".
A través de las redes sociales un grupo de personas se autoconvocó para manifestarse a favor del respeto a las raíces, los símbolos y la cultura de Salta.
El dirigente justicialista también le remarcó al arzobispo que "una vez finalizada la presentación del libro, la cruz fue restituida en forma inmediata para la sesión que tendría el Senado al día siguiente, sitio en el que permanece actualmente, tal como es la voluntad de la mayoría de los legisladores y no existe propuesta ni proyecto de ley en contrario".
En diálogo con LA GACETA, Elena Corvalán, integrante de la cooperativa Coyuyo (una de las organizadoras de la actividad) afirmó que ella no solicitó retirar la cruz.
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