Martín tiene 65 años y hace 13 que peregrina para el Milagro

“Arranqué viniendo con mi hija que tenía una promesa por mi nietita que estaba enferma y gracias al Señor está bien”, cuenta Martín Benito Aquino luego de recorrer por décimo tercera vez los 145 kilómetros que lo separan de Salta Capital.

Desde que comenzó a pedir por la salud de su nieta y vio mejorías el hombre no ha dejado de llegar cada año al Santuario del Señor y la Virgen del Milagro.

Junto a su esposa llegó acompañado de casi 800 personas que se han ido sumando a los 500 que partieron de la ciudad del sur provincial.

“El camino es bastante duro, yo vengo más de apoyo porque tengo un vehículo pero a pesar de eso también camino, dejo el vehículo en los lugares donde estacionamos me vuelvo y camino, después ayudo en la cocina también”, relata Martín.

Con la emoción brotándole de los ojos, el hombre expresa que “es algo fabuloso lo que uno siente, se le pasa el cansancio, los dolores, más lo que uno pasa durante el año, más la situación que está viviendo el país. Pedimos por nuestros gobernantes, pero vamos a salir adelante, con la ayuda del Señor”.

Además agrega que “es muy emocionante, cuando me preguntan se me van las lágrimas y no tengo vergüenza”.

Tras cuatro días de caminata, Martín recuerda que “la primera vez que vine al entrar al portezuelo y llegar la Catedral es algo fabuloso”.