Después de siete trimestres positivos, el PBI cayó 4,2%

El Producto Bruto Interno (PBI) bajó 4,2% durante el segundo trimestre de este año en comparación a igual período del año pasado, debido a la fuerte sequía, la abrupta suba del dólar, y la falta de financiamiento externo, informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). De esta manera, se quebró un ciclo de cinco períodos de reactivación.

El dato concentra un período de abril-mayo en el que la corrida cambiaria de 44% cambió todas las expectativas y planes oficiales, por su impacto inmediato sobre la inflación y el declive del consumo.

Además, el PBI retrocedió en el segundo trimestre un 4% en relación al primero, y acumuló un retroceso del 0,5% en los seis primeros meses del año, informó el organismo gubernamental.

Se esperaba que el mayor impacto a la baja de la generación de riqueza por parte del conjunto de la economía se vea en el segundo y tercer trimestre, por el fuerte impacto de la peor sequía en 50 años sobre la producción del agro (cosecha gruesa) y de las actividades conexas, que en conjunto contribuyeron con un declive del indicador general de más de 5 puntos porcentuales. Excluido ese efecto, el PBI podría haber cerrado con un modesto incremento, cercano al 1%.

El Indec estimó que el PBI quebró un ciclo de 7 trimestres consecutivos de aumento respecto de los tres meses precedentes, corregidos por estacionalidad, al contraerse 4%. El anterior ciclo “largo” de reactivación se observó entre el tercer trimestre de 2009 y el cuarto de 2011, cuando se impuso el “cepo cambiario”.

Estimaciones

La corrida cambiaria que se inició a fines de abril provocó una aceleración de la inflación y una caída en las ventas y en la producción que derrumbó la actividad económica.

Por ese motivo, el Gobierno nacional prevé que la actividad económica caerá 2,4% en 2018 y que en 2019 retrocederá un 0,5%. Este escenario marca que en el tercer y cuarto trimestre de 2018 se verían los pisos mínimos de actividad, mientras se espera una reversión de la tendencia a partir del segundo trimestre del próximo año.

De cumplirse esta proyección, el Gobierno nacional podría encarar las elecciones presidenciales de octubre con una economía en alza, aunque desde mínimos preocupantes que dejarán la pobreza en niveles que se ubicarán entre el 35% y el 40%.

Las pocas alzas

La caída del 4,2% en el segundo trimestre es la peor en cuatro años y se explica en gran medida por la sequía (la peor en los últimos 50 años) que afectó al sector agropecuario. El Indec puntualizó que en este período el valor agregado en el sector agropecuario se hundió 31,6%.

En tanto, la industria manufacturera en su conjunto retrocedió 1,8%, al tiempo que el comercio mayorista y minorista cayó 1,6%.

Pese al panorama desfavorable, se registraron alzas en la minería (4,5%), el sector energético (2%) y la construcción (5%), entre los más relevantes.

Por su parte, la inversión tuvo una mejora de apenas 3,1%, ubicándose en $ 152.000 millones que equivalen al 20% del PBI. Esta variación expone un desplome de la inversión que, en el primer trimestre, había avanzado a un ritmo del 15,7%, mejorando los datos de 2017.

El valor del PBI total fue calculado en $ 752.791 millones.

El informe del Indec revela que la evolución macroeconómica del segundo trimestre de 2018 determinó, de acuerdo con las estimaciones provisorias, una variación en la oferta global, medida a precios de 2004, de una caída de 2,8% respecto de igual período del año anterior, al atenuar la contracción del PBI el aumento de 2,7% en las importaciones de bienes y servicios reales. (Nuevas Palabras/Infobae)