Poesía de Leonard Cohen: El libro de las palabras eternas

Nueva edición de poemas del gran cantautor canadiense.

30 Sep 2018
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PARALELO. Publicado en 2006, fue escrito a la par del disco Ten new songs.

POESÍA

LIBRO DEL ANHELO

LEONARD COHEN

(Lumen - Barcelona)

Si el anhelo, en su definición académica castellana, es “deseo vehemente”, su versión en inglés propone una sucesión continua, la extensión de algo a través del tiempo. Para el poeta, esa búsqueda perpetua no necesita de desenlaces, sino que se centra en lo que el camino propone: lo espiritual, lo carnal, el amor, la memoria, la vejez, los abismos. Libro del anhelo, de Leonard Cohen, lleva esa voz, la del andariego que ha recorrido ese trayecto.

Publicado originalmente en 2006, fue escrito casi en paralelo con el disco Ten new songs, lanzado en finalmente en 2001. “Algunos de los poemas de este libro pasaron a ser letras de canciones que Sharon Robinson y yo escribimos y cantamos juntos”, confesó Cohen a su biógrafa Sylvie Simmons, como el ya inoxidable A mil besos de profundidad; incluso tuvo, en su momento, una adaptación con lectura de su autor y música incidental de Phillip Glass.

“Álbum de recortes: una miscelánea de poemas, fragmentos de prosa y material gráfico”, entre los tantos versos se cuelan dibujos e ilustraciones de puño propio: su rostro, el de su maestro zen, objetos, mandalas, instrumentos musicales, las diferentes formas que puede tomar en un trazo de lápiz la belleza femenina.

El volumen abre con el poema homónimo: Mi animal aúlla / un ángel está preocupado / pero no se me permite / queja alguna.

Pasa por lugares maravillosos como La taberna de Dusko 1967: Ponte algo, / y si tuvieras que decirle a alguien / que te marchas, / díselo, o que te acompañe, pero date prisa: / han venido a buscarte / te están llamando / no van a estar toda la vida esperándote. / Ni siquiera te están esperando ahora.

Y hasta reversiona La casada infiel, de Lorca, una de sus mayores influencias literarias.

Como Dylan, Cohen ha sido una de las voces más originales que hayan dado las letras y la música de los 60 hacia acá. Esta reedición viene a recordarnos que su deseo vehemente -el de la palabra- se ha extendido en el tiempo, más allá de que el hechicero haya abandonado este mundo terreno, mundo que Cohen, claro está, siempre subordinó al espiritual.

© LA GACETA

HERNÁN CARBONEL

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