Un ex director de Narcotráfico de México advirtió en Salta: “tienen que tener mucho cuidado”

Bernardo Gómez del Campo aseguró que Argentina “es un lugar de lavado de dinero de las organizaciones de Centro y Sudámerica, como paraísos fiscales de inversión”.

01 Oct 2018
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Bernardo Gómez del Campo, Maestro en Ciencias Penales y Criminalística, combatió al narcotráfico en México. FOTO: CEDOC / PERFIL

Bernardo Gómez del Campo, Maestro en Ciencias Penales y Criminalística, combatió al narcotráfico en México y disertó en Salta la semana pasada en el marco del último Simposio de Oprenar. Allí, aseguró que Argentina “es un lugar de lavado de dinero de las organizaciones de Centro y Sudámerica, como paraísos fiscales de inversión”.

“Lo que percibimos de Argentina no es tanto un tema de seguridad sino, más bien, económico. A nivel internacional, los tenemos identificados como un lugar de lavado de dinero de los grupos de narcotráfico de Centro y Sudámerica, como paraísos fiscales de inversión y, eventualmente, como lugares de vivienda y de escondite de narcotraficantes”.

Gómez del Campo, quien también asesora a la Policía Barrial de Córdoba, reclamó, junto con otros disertantes, la necesidad de ejecutar más y mejores políticas de educación e inclusión en materia de prevención.

Según el conferencista la llegada de los capitales narco y de los líderes de las grandes organizaciones al país “lleva a crear un mercado de consumo local y crear una economía paralela”: “Tienen que empezar a tener mucho cuidado”, aconsejó. “No podemos pensar en el delito complejo, en cualquiera de sus variables, sin pensar en la región. El delito complejo es un delito muy dinámico, sobre todo con la globalización y la apertura de mercados que estamos viviendo en países en el sur de Estados Unidos; se puede llegar a vivir ya en países como Chile, Argentina, que se antojan lejanos o poco atractivos para estos grupos delictivos y no es así. Al final, si ves el mapa del narcotráfico, unos producen, otros procesan, otros trafican, otros consumen, otros lavan y otros invierten. Entonces, donde se consume, al rato se convierte en inversión y donde se invierte, se convierte en consumo”.

Gómez del Campo también explicó de qué manera se frena la entrada de droga por las fronteras: “Los muros no sirven. Más bien, hay que construir puentes. Los muros lo que hacen es más atractivo el comercio ilícito. Y nosotros lo vemos con los norteamericanos. Se encarece el producto y se gana más dinero cuantas más restricciones hay”, dice el especialista.

“En la medida del conocimiento y el empoderamiento social, y ustedes tienen una comunidad más sana, porque hay comunidades que ya están más relacionadas con el delito y que viven del delito, tienen la oportunidad de que el ciudadano haga un gran frente común contra el crimen organizado, como la ley del hielo: cuando la sociedad civil detecta un delincuente organizado que vive en su comunidad, la propia comunidad lo excluye. Ustedes están a tiempo”, dijo.

“La guerra contra el narcotráfico está agotada –agrega–. Yo vengo de 25 años en la Policía y me entrené en el aspecto de combate contra el narcotráfico y lo combatí durante toda mi vida y lo único que hicimos fue complicar las cosas aún más. En ese entonces, cuando Nixon declara la guerra, el contexto era un alto consumo de una generación perdida por las guerras de Corea y de Vietnam, de un flujo de capitales y de un mercado alterno que se les complicó. Nosotros, dependiendo de la economía de ellos, abrazamos esa política y hoy por hoy debemos abandonarla y migrar a una política mucho más informada y mucho más preventiva, de reconstrucción de personas más que de destrucción de personas. En México, en Argentina y en cualquier lado del mundo. Si no aplicamos una política de seguridad humana, ¿hacia dónde vamos? Tiene que haber un acuerdo internacional para reconstruir los espacios urbanos y hacer que las personas generen el desarrollo propio en sus comunidades y ese desarrollo los lleve a tener vidas exitosas. La mayoría de las personas se coló en el narcotráfico por necesidad, no por gusto. Después, les gana la ambición y el poder, y es muy difícil sacarlos”, indicaron desde el diario Perfil.
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