Traficó para pagar la quimio de su hijo, la detuvieron y suplica que la liberen para despedirse

Es oriunda de Bolivia y quedó presa en Salta. Su hijo de 13 fue diagnosticado con cáncer y como necesitaban plata para el tratamiento, ella aceptó pasar cocaína a la Argentina.

11 Oct 2018
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LA FAMILIA. El niño enfermo, junto a su madre, en Bolivia. FOTO INFOBAE.COM

Esta es una historia que muestra todo lo que una madre es capaz de hacer por un hijo.

El hijo de 13 años de Claudia S.E. fue diagnosticado con cáncer, en Bolivia. Como no podían pagar el tratamiento, ella aceptó hacer de camello: pasar droga a la Argentina. Fue detenida en Salta, donde aún permanece presa. Ella ahora suplica que la dejen ir a despedirse de su hijo enfermo.

La historia fue dada a conocer hoy por Infobae. En el artículo se detalla que la vida de Claudia S.E. cambió de manera brusca en septiembre de 2017, cuando una médica de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, le anunció que el dolor en la pierna derecha de uno de sus hijos no lo había causado un golpe recibido en un partido de fútbol tal como pensaban, sino algo mucho peor: un tumor dentro de un hueso que crecía demasiado rápido.

Había que comenzar con la quimio para que Fernando, de 13 años, no perdiera la pierna.

Penal de Güemes, Salta, donde Claudia está detenida desde hace un año

Claudia, madre de otros dos chicos y embarazada de dos meses, trabajaba como empleada de limpieza en casas de su ciudad, Montero, a 50 kilómetros de Santa Cruz, y no tenía dinero para pagar el tratamiento, en un país donde la salud pública no es gratuita.

Aceptó, entonces, prestarse al negocio narco. Claudia entonces accedió a cruzar la frontera hacia Argentina. Lo hizo con un bebé en su vientre y dos valijas con poco más de un kilo de cocaína escondida en un doble fondo. Logró ingresar a Salta. En Orán se tomó un remise con destino a General Güemes. El puerto final era el barrio de Liniers, en Buenos Aires. Cuando entregara el paquete, recibiría 500 dólares.

Pero Claudia fue descubierta. El 27 de octubre del año pasado, a las 21:20, en el kilómetro 1.212 de la ruta nacional 34, cerca de la ciudad jujeña de Ledesma, el remise en el que viajaba fue interceptado por Gendarmería Nacional.

Cuando los agentes leyeron el nombre de la mujer recordaron que varios meses antes habían agarrado a un hombre con el mismo apellido. Eso les generó sospechas. Un perro de la fuerza llamado Gamal empezó a rascar con sus garras el equipaje que llevaba Claudia, que estaba nuevo y, según consta en el expediente, "presentaba anomalías en sus tornillos". Los agentes descubrieron 40 paquetes de cocaína por un peso de 1.160,60 gramos.

Desde hace un año, la mujer de 33 años está presa en el penal de Güemes, en Salta. Como consecuencia de la detención de su mamá su hijo se deprimió y abandonó durante tres meses el tratamiento. Recién lo retomó en marzo de este año, pero ya era demasiado tarde. Con el fin de frenar la metástasis los médicos le amputaron la pierna. Sin embargo, pocas semanas después le avisaron a la madre de Claudia, que lo cuida, que la enfermedad era terminal.

"Lo hice porque estaba desesperada. Yo no tenía recursos. Tuve que hacer esto para poder curar a mi hijito pero todo salió mal y me quedé aquí y mi mamá lo estuvo llevando (al médico) pero se empeoró y le amputaron", dijo la mujer a Infobae. Lo dice mientras tiene en brazos a Sheila Jazmín, su beba de cuatro meses, que nació con ella en cautiverio.

Andrés Reynoso, defensor oficial, apeló el procesamiento y la prisión preventiva dictadas a fines del año pasado por el juez federal Esteban Hansen ya que, considera, la mujer no presentaba riesgos para la investigación y que cometió un delito con el fin de resolver un mal mayor que el de transportar una droga ilegal: la vida de su hijo.

"Está en un estado de necesidad justificante", remarcaron sus defensores en la apelación presentada a Hansen, quien demoró cuatro meses en elevar el recurso a la Cámara de Apelaciones. Antes de que lo hiciera, la defensa de Claudia había pedido su sobreseimiento.

Mientras la vida de Fernando se apaga, la Sala 2 de la Cámara de Apelaciones de Salta, integrada por los jueces Guillermo Elias, Mariana Catalano y Alejandro Castellanos, dilata la respuesta. Los magistrados llevan seis meses sin definirse.

Datos de fondo

En Argentina, la infracción a la ley de drogas es la principal causa de privación de la libertad de mujeres. El 41% de la población carcelaria femenina (1.477 sobre un total de 3.413) se encuentra en esa situación por delitos tipificados en la ley 23.737. En la población de hombres, la infracción a la ley drogas ocupa el 5° lugar entre los delitos de mayor presencia.

Según estadísticas del Sistema Nacional de Estadísticas sobre Ejecución de la Pena, del total de las condenadas por drogas en 2017, el 81% (356) obtuvo una sentencia por montos de pena menores a los cuatro años. De este modo, la mayor parte de las mujeres detenidas por este delito en Argentina se ubican en el mínimo de la escala penal de la ley de drogas, correspondiente a los delitos de comercialización de estupefacientes. Los datos de 2016 señalan que, del conjunto de mujeres presas por delitos de drogas (procesadas y condenadas), el 56% está por comercialización, el 32%, por tenencia y el 12%, por tráfico.

Los defensores de esta mujer presentaron ante los jueces los certificados médicos firmados por la doctora María Estela Coleoni Suárez del Instituto Oncológico del Oriente Boliviano. Además, presentaron algunas fotos de Fernando en un evidente deterioro. Claudia quiso compartir algunas de estas imágenes con Infobae para que se entienda el caso.


"Dejé el trabajo de limpieza para estar con mi hijito y necesitaba plata. Fui a la rotonda de mi ciudad, donde se sabe que dan dinero a cambio de pasar valijas a Argentina, pero yo no sabía qué había adentro", explicó Claudia sobre cómo hizo para conseguir la cocaína.



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