Hamilton se convirtió en una máquina de ganar

12 Nov 2018
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FESTEJO. Lewis Hamilton, alborozado tras la victoria. reuters

Puede decirse que Lewis Hamilton es una extensión de su Mercedes W09. El inglés dio otra muestra de su gran momento ganando en el GP de Brasil, penúltima fecha de la temporada. Sus números en la era de los motores híbridos son contundentes y explican por qué es el nuevo quíntuple de la F-1. Y va por más.

El sábado el británico ganó su 82ª clasificación, con récord incluido para Interlagos. Fue la 100ª pole para Mercedes en la “máxima”. El británico encabeza la lista de la marca con 56 y le siguen el alemán Nico Rosberg (30), Juan Manuel Fangio (7), el finlandés Valtteri Bottas (6) y el inglés Stirling Moss (1).

Ayer Lewis largó adelante, pero perdió la punta cuando ingresó a boxes para cambiar sus gomas en el giro 20º. Luego recuperó el liderazgo y se vio su monólogo habitual para abrochar su décima victoria sobre veinte corridas en el presente ejercicio.

Su festejo fue muy emotivo al punto de darse un gran abrazo con sus mecánicos y arrodillarse sobre su auto, como brindándole reconocimiento por otro éxito. Corsa le preguntó por qué había celebrado de forma tan emotiva. “En México logré mi quinto título y fue tan fuerte que no tomé dimensión y estaba muy contenido. Realmente sentí una presión interna porque quería ganar el campeonato cuanto antes. En Brasil se puede decir que celebré el haberme consagrado otra vez campeón”, respondió el británico, que gracias a los puntos sumados le permitió a la escuadra alemana ganar su quinta Copa de Constructores al hilo.

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