Anticuerpos contra el autoritarismo

18 Nov 2018

Por Pedro Sánchez *

Muchos de nosotros formamos parte de una generación que nació con una certeza. Que la democracia conducía, de forma inequívoca, a la prosperidad. Creíamos que tanto más próspero era un país, cuanto más prósperas eran sus instituciones. El presidente Alfonsín decía, cuando su país salía del pozo de la dictadura, lo resumía diciendo “con la democracia se come, se cura y se educa”.

Hoy esas certezas parecen ceder frente a tendencias, no las llamaría populistas sino autoritarias, a un lado y a otro del Atlántico, en ambos hemisferios, y con parecidas retóricas. Tengamos en claro que la crisis de la última década no solo se mide en términos económicos y sociales, sino también en términos políticos, en el debilitamiento del sistema democrático. Si la prosperidad no es una suerte de lluvia fina que llega a todas las capas de la sociedad, surge el desencanto, la frustración y la desafección. El alimento de las retóricas excluyentes. La apuesta por la igualad y la justicia significa dar anticuerpos a la sociedad contra el virus del autoritarismo y de los discursos que acaban en fobia, como la xenofobia o la homofobia. La desigualdad es el desafío que tenemos por delante desde la acción pública.

* Presidente del Gobierno español.

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