El motoarrebatador, una de las películas argentinas más premiadas del año

El film dirigido por el tucumano Agustín Toscano termina 2018 acumulando notables reconocimientos en Cannes, Chile, Japón, España y distintos puntos del país.

18 Nov 2018
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Por Ulises Rodríguez

PARA LA GACETA - BUENOS AIRES

El motoarrebatador narra la historia de Miguel (Sergio Prina) que en una moto que conducida por él, junto con un acompañante, le roban la cartera a una mujer (Liliana Juárez). Ella se resiste y la arrastran varios metros por la vereda, dejándola inconsciente. Miguel queda shockeado con la situación y decide averiguar qué pasó con la señora. Intentará redimir el daño que hizo tratando de ayudarla pero en el medio suceden situaciones tristes, a veces graciosas y otras terribles.

La película tuvo su estreno internacional nada menos que en la “Quincena de Realizadores” de Cannes, Francia. Luego fue elegida como “Mejor película” en el Festival Internacional de Santiago de Chile (Sanfic) y en el Tucumán Cine Gerardo Vallejo; ganó el Golden Shika Award en el Nara International Film Festival de Japón; Mejor película; recibió el “Pañuelo de Oro” en el Festival de Cine Leonardo Favio de Bolívar; una mención especial en “Horizontes Latinos” del San Sebastián International Film Festival. También fue galardonada como “Mejor actuación” en el Festival Internacional de Lima y en el Sanfic; Mejor Guión en Festival Internacional de Cine de las Alturas; Mejor montaje en el Festival Bariloche Audiovisual y menciones a las mejores actuaciones y mejor dirección en Mafici de Puerto Madryn.

En diálogo con LA GACETA Literaria el director, Agustín Toscano, dice que “uno de los temas que más atraen en la película es que hay un problema natural de los que ven cine que se sienten atraídos con muchas de las facetas de los personajes pero no así identificados, sino que pone en crisis a los espectadores cuando notan que hay una humanización de los personajes”.

A los ojos del cine

La película, que fue rodada íntegramente en Tucumán, con mayoría de actores locales, refleja una realidad que atraviesa a toda una sociedad. ¿Pero cómo ven la obra quienes forman parte de la industria del cine nacional y por qué creen que se transformó en un éxito a nivel internacional?

La actriz y directora Mónica Lairana, que con su ópera prima La cama participa de la Competencia Argentina en la 33ª edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, confiesa que en lo personal le conmovió “la construcción de dos personajes que son absolutamente humanos y que esa humanidad está mostrada a través de sus defectos. De algún modo, los dos personajes centrales son impostores y en medio de esa vida que llevan, donde cada uno de los dos vive como puede y hace lo que puede, encuentran en ese vínculo fortuito un espacio para el afecto. Esa comunicación, ese inesperado afecto se torna como una luz en medio de la oscuridad de ambos que nos abarca a todos porque, en definitiva, somos seres imperfectos”.

El crítico de cine, teatro y literatura y miembro de la Asociación de Críticos Cinematográficos de la Argentina (ACCA), Javier Luzzi, sostiene que El motoarrebatador “es un drama de víctimas y victimarios de un mismo estrato social y un film de nuevas oportunidades. La película construye personajes que navegan en los bordes sin estigmatizarlos ni idealizarlos y va del delito a los vínculos personales y humanos.

Para Luzzi, que publica sus críticas en el sitio especializado Visión del Cine, “el mérito del filme es darle visibilidad a lugares y clases sociales desde el conocimiento y no la presunción prejuiciosa o progresistamente iluminada. Todo eso, más su sólida forma cinematográfica y una historia empática y sensible sin panfletos ni bajadas de línea, que bucea en seres de carne y hueso, lo llevó a conseguir la identificación del espectador internacional y el reconocimiento consiguiente a través de los premios en los festivales en que participó”.

El director y guionista Emiliano Torres, que fue jurado en el Festival Internacional de Cine de las Alturas de Jujuy en el que El motoarrebatador ganó un premio al Mejor Guión, destaca “la puesta en escena y el trabajo de los actores. La película está filmada con una mezcla de rigor e intuición muy personal, hay alguien que quiere y conoce de cerca a sus personajes detrás de cámara. Y eso se percibe en cada plano. Creo que es una película de acercamientos y alejamientos entre dos personajes que se necesitan mucho más de lo que creen y que en ese cruce del destino encuentran una segunda oportunidad”.

Según el director de El invierno (2016), la obra de Toscano “es esperanzadora en un contexto en donde cualquier tipo de esperanza parece imposible. En definitiva se trata de la película de un director que asume riesgos, es consecuente con su búsqueda y por si fuera poco sale airoso. La posibilidad de profundizar en temáticas tan complejas como la violencia social desde el género e inclusive desde el humor, le dan un carácter muy particular y una solidez conceptual infrecuentes en el cine nacional. Sin regodeos en el realismo pero sin ignorar la realidad, la película reflexiona sobre temas urgentes y a las vez universales con enorme sensibilidad, intuyo que quizás esto pueda ‘explicar’ de algún modo la repercusión internacional de El motoarrebatador”.

Más allá de lo regional

Según Emiliano Basile, crítico de cine, uno de los fundadores del sitio Escribiendo Cine, quien tuvo la oportunidad de ver la película en el estreno internacional en el último Festival de Cannes, sostiene que “el fuerte es el vínculo entre las personas, se nota el trabajo en la dirección de los actores ya que funcionan muy bien entre ellos. Hay un punto que universaliza a la película más allá de lo regional y es la imagen del pobre robándole al pobre. Eso es muy tercermundista y termina siendo un conflicto que puede traspasar fronteras”.

La directora y guionista Tamae Garateguy, que este año estrenó el drama erótico Hasta que me desates y el documental 50 Chuseok, entendió perfectamente la lluvia de premios que tuvo El motoarrebatador cuando la vió en el cine Gaumont en Buenos Aires. “Es una película con una puesta en escena impecable que señala a Agustín Toscano como a un director que seguiré de aquí en más. Tucumán como escenario es otro de los elementos que hacen interesante a la película, hace que tenga una identidad de una potencia única y la película es maravillosa porque a través de grandes escenas de acción y un suspenso enorme producido por la elección del thriller como género guía, los personajes despliegan toda la humanidad de la que son capaces los seres humanos. Ellos pueden mentir, golpear, robar, querer, cuidar y perdonar”.

© LA GACETA

Ulises Rodríguez - Periodista.

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