"Es argentino, es indisciplinadamente libre", dijo el Papa de un niño que irrumpe en el Vaticano

El chico de siete años, con autismo y que no puede hablar, fue el centro de las miradas en la audiencia papal de hoy. MIRÁ EL VIDEO

28 Nov 2018
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Un niño subió hoy al podio que usa el papa Francisco en sus audiencias generales en el Vaticano y durante varios minutos jugó al lado del pontífice. El pequeño resultó ser argentino y se robó todas las miradas del público.

El papa aprovechó la divertida escena y  alabó la libertad, aunque "indisciplinada", de un niño discapacitado. El chico se llama Wenzel Wirth, tiene siete años, es autista y no puede hablar. Estuvo yendo y viniendo entre los sillones donde estaban sentados el pontífice y el prefecto de la Casa Pontificia, Georg Gänswein.

La Guardia Suiza y los gendarmes de Vaticano se mantuvieron en sus puestos y dejaron que Wenzel corriera alrededor de Francisco mientras los sacerdotes leían su lección de catecismo en varios idiomas en la sala de audiencias Pablo VI.

En un momento dado, la madre del niño, que es argentina-italiana, subió al escenario para bajarlo y le explicó al  papa que el pequeño no podía hablar. El pontífice le respondió "Dejalo estar, dejalo estar acá", así que se retiró y dejó que Wenzel siguiese jugando.

"Es argentino, es indisciplinado", comentó divertido el Papa al prefecto.

También subió al podio una niña, posiblemente la hermana, e intentó hacerlo bajar, pero no tuvo éxito.

Luego, ya dirigiéndose a los presentes, Francisco dijo: "tiene algo que me hizo pensar: es libre. Indisciplinadamente libre, pero es libre".

"Cuando Jesús dice que tenemos que ser como niños, significa que tenemos que tener la libertad que tiene un niño ante su padre", continuó. "Creo que este niño nos da una lección a todos. Y nos hace que pidamos la gracia del habla (para él)".

"Intentamos dejarlo ser libre. Él tiene que expresarse y nosotros vivimos sin esconder sus problemas", explicó.

La familia vive en Verona y viajó a Roma solo para la audiencia general del miércoles. Wenzel estaba cansado tras el largo viaje y la espera para ver a Francisco y claramente necesitaba correr.

"No estaba previsto", apuntó la madre, añadiendo que cuando le dijeron a Wenzel que iban a ir a ver al Papa el niño se mostró claramente contento con la propuesta.

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