¿Qué pasa en el Concejo Deliberante de San Lorenzo?

Vecinos de la localidad manifiestan no sentirse representados por los concejales que desean aprobar proyectos inmobiliarios a modo de excepciones. Sin embargo, desde el Concejo aseguran que la gestión es transparente y que nada se hará sin consultar a la comunidad.

05 Dic 2018
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IMAGEN DEL CONCEJO DELIBERANTE DE SAN LORENZO

La comunidad de San Lorenzo está en alerta, al igual que en 2017 cuando se presentó el proyecto de un hotel al costado del río Lesser. Los vecinos unidos, hicieron fuerza para que desde el Concejo se rechace el proyecto argumentando que no se había realizado el estudio de impacto ambiental correspondiente y que los servicios básicos, como el agua potable, iban a verse comprometidos.

Desde hace varias sesiones atrás, el Concejo Deliberante de San Lorenzo está “en el ojo” de algunos vecinos por diferentes situaciones que se dieron.

La semana pasada el diputado radical Héctor Chiban se hizo presente en la sesión del Concejo de esta localidad cuando se iban a tratar diferentes temas relacionados al desarrollo urbanístico de la ciudad. Luego de una acalorada discusión, la sesión debió levantarse.

Esa sesión, que era la última del año, se trasladó a ayer martes. María Virginia Cinalli, vecina de San Lorenzo, informó a su comunidad y a los medios lo que sucedía: “A las 14 (de ayer) nos autoconvocamos los vecinos porque el Concejo había armado una sesión secreta para tratar asuntos que no quería que fueran a la vista de los vecinos como por ejemplo la construcción de 220 departamentos en la Quebrada de San Lorenzo. Nos fue negado el ingreso, uno de los concejales le pido al presidente que nos dejara entrar y, ante la negativa, el Presidente levantó la sesión. En un acta manifestamos nuestro repudio a la ilegalidad de esa sesión y decidimos emprender una lucha para controlar la cantidad de excepciones que se van dando lugar, a la cantidad de emprendimientos inmobiliarios. A nosotros nos preocupa mucho el descontrol, el impacto ambiental, la contaminación, la densidad, no hay límites. Queremos progreso con equilibrio, que se cumplan las normas y las leyes y que las excepciones sean únicamente para el bien común y no para el beneficio de un particular. Les avisamos que estamos en esta lucha y les solicitaremos al Concejo Deliberante que actúe como corresponde”, dijo.

Virgilio Núñez, Presidente del Concejo, aclaró la situación a LA GACETA: “Yo creo que los vecinos tienen todos los derechos en participar y saber, pero hay formas, hay cosas que no se hacen y como Presidente considero que el vecino debe respetar las normativas del Concejo,  no se pueden llevar por delante a nadie, simplemente les pedimos que cumplan la normativa”, dijo.  

Según el presidente del cuerpo, San Lorenzo nunca tuvo aprobado el PUA, Plan Urbano Ambiental, y esto hace que el municipio deba aprobar proyecto por proyecto siguiendo una serie de ordenanzas “viejísimas”. Núñez explicó que esas ordenanzas no tienen en cuenta que en la localidad habitan hoy 50.000 personas, cuando hace 10 años eran 15.000. “El crecimiento fue desordenado y yo estoy proponiendo que en los próximos meses trabajaremos en un PUA para la localidad para que no volvamos a dar excepciones en el Concejo y generando situaciones de este tenor”, dijo.

El presidente aseguró que en su gestión solamente se aprobó una excepción de arquitectura en Atocha “cuando en otras gestiones se aprobaron muchas más”.

El proyecto que cuestionan vecinos y analiza el Concejo es el de un hotel de la cadena Marriot que se proyecta en 25 hectáreas de las cuales se edificarán un 15% y el resto se mantendría como parque. “En el Concejo tenemos asesores que han visto planos, han analizado el proyecto y han emitido el informe. Nosotros analizamos y aprobamos el proyecto pero la construcción queda sujeta a que presenten la factibilidad de agua, luz, gas, el impacto ambiental y otros estudios que sin eso, no lo pueden hacer”, explicó Núñez.

Antecedentes de la comunidad unida en San Lorenzo

Hace un año, en octubre más precisamente, fueron los Vecinos de San Lorenzo, Lesser y Castellanos y la Asociación Yungas quienes se unieron en contra de la realización de un emprendimiento concreto: el hotel Mercure cerca del barrio privado Altos de San Lorenzo que proyectaba 70 habitaciones y 100 residencias, con capacidad para albergar a 600 personas aproximadamente. El proyecto pertenecía a la cadena de hoteles Accord significaba una inversión de 26 millones de dólares, según una nota de El Cronista de  2016.

La situación mantuvo en alerta a los vecinos quienes aseguraban que los servicios, especialmente los de agua potable, no eran suficientes para tamaña inversión. El hotel, hasta el momento, nunca se realizó aunque la zona se había desmontado, según consta en una publicación de la Asociación Yungas.

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