El permiso a la postulación de Evo desata repudios en Bolivia

Hubo marchas en La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y Sucre, entre otras ciudades. La Justicia electoral autorizó al presidente a presentarse a reelección por un cuarto mandato.

07 Dic 2018
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FRENTE AL TRIBUNAL. Los manifestantes se subieron al monumento de Eduardo Abaroa para protestar. reuters

LA PAZ, Bolivia.- Varias ciudades a lo largo de Bolivia vivieron ayer una jornada de protestas, con bloqueos callejeros, en contra de la habilitación de la candidatura del presidente Evo Morales para las primarias previas a las elecciones de 2019.

En ciudades como La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Trinidad y Sucre se instalaron barricadas en las calles y bloquearon el tránsito, aunque la paralización de actividades no fue total.

Los bloqueos en La Paz se registraron sobre todo en la zona sur, donde grupos de vecinos cerraron el paso con banderas y pancartas que rezan “Bolivia dijo no”, en alusión al referendo de 2016 en que fue rechazada una reforma constitucional para permitir la reelección de Morales.

En algunas zonas de la capital boliviana y en Santa Cruz, grupos afines al gobierno intentaron levantar por la fuerza los bloqueos y también hubo lugares donde la Policía retiró a empujones a los manifestantes.

Uno de los principales puntos de bloqueo en La Paz fue la plaza Abaroa, donde se encuentra la sede del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y a cuyas puertas aguardan en vigilia desde el lunes decenas de activistas contrarios a la reelección de Morales.

Las protestas estaban programadas desde hace varias semanas, con miras a que el órgano electoral se pronunciara mañana sobre las candidaturas habilitadas para las primarias del próximo 27 de enero.

El TSE se adelantó e informó que estaban habilitadas varias candidaturas, incluida la de Morales y su vicepresidente, Álvaro García Linera, que buscarán su cuarto mandato consecutivo.

Esto fue criticado por la oposición, los colectivos ciudadanos y la Iglesia católica boliviana, que acusan al TSE de ser “un tribunal amañado, que hace las cosas por debajo, que no dice la verdad a la ciudadanía, por eso creemos que ha sido un fallo clandestino, por debajo de la mesa”.

Los partidarios de Morales han defendido que la decisión del órgano electoral es correcta pues, según dicen, se enmarca en un fallo del Tribunal Constitucional emitido a instancias del oficialismo en 2017 y que da luz verde a la reelección indefinida.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a quien recurrieron quienes se oponen a una reelección de Morales, pidió tiempo para posicionarse sobre el tema. El tema se debatió en la apertura del 170 periodo de sesiones de la CIDH, que tiene lugar en Washington.

Lo que se evalúa es si el artículo 23 de la Convención, que salvaguarda los derechos políticos, permite a Morales volver a presentarse y protege el derecho de los bolivianos a reelegirlo.

El ministro de Justicia, Héctor Arce, cuestionó las intenciones de quienes se oponen a su reelección. Frente al sede de la CIDH, una decena de bolivianos se congregó para defender la reelección de Morales con gritos como “¡viva Bolivia y viva Morales!” y pancartas con el mensaje: “no a la intromisión electoral de Estados Unidos y la OEA (Organización de Estados Americanos)”. (Télam)

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