Stephen King: Detrás de un crimen se dibuja el peor de los horrores

Hay Stephen King para todas las ocasiones. También en formato navideño, por supuesto, y con ese moño viene envuelto “El visitante”, regalo infalible de cara a un verano en el que una generosa mayoría ajustará más -si eso resulta posible- los presupuestos. Lo bueno de King es que sus viajes valen tanto como cualquier excursión a la playa o a la montaña. Aquí el guía se llama Terry Maitland, ejemplar padre de familia al que acusan de un crimen dotado de todos los componentes horroríficos que la usina de King es capaz de imaginar. Y eso es mucho decir.

A esta altura -cumplirá 72 años el 21 de septiembre- King luce entusiasmado moviendo fichas en su propio universo, jugando a ser el dios de ese micromundo que fascina a millones de lectores en (casi) todos los idiomas. Los hechos de “El visitante” transcurren lejos de Maine, patria chica y tablero de ajedrez de King, pero que la historia de Maitland esté anclada en Oklahoma no lo priva de conectarla con esa telaraña de lugares, sucesos y personajes que conforman el kingsverse. King es un escritor cultivado y las marcas intertextuales salpican su obra con citas que van de la poesía de William Carlos Williams a los himnos punk de Los Ramones. En esta curva de su carrera, prolífica como el primer día, esas referencias abrevan cada vez con mayor frecuencia en su propio legado. King se recorre y se cita a sí mismo. Y funciona.

“EL VISITANTE”. La ilustración de tapa es similar a la usada en EEUU.

En “El visitante”, para regocijo de los lectores, hace pie Holly Gibney, personaje entrañable de la trilogía onírico-parapsicológico-policial conformada por “Mr. Mercedes”, “Quien pierde paga” y “Fin de guardia”. Holly, una chica adorable que se anima a ponerle el pecho a la vida mientras carga con trastornos de la más variada clase, es una pieza clave de “El visitante” porque le toca lidiar con episodios similares a los que enfrentó en las novelas anteriores. Es decir, lo inexplicable desde esa zona de confort a la que King viene derribando con sistemático entusiasmo: la racionalidad.

Tomemos el caso de Terry Maitland, maestro de escuela y entrenador del equipo de béisbol de Flint City, uno de esos pueblitos que conforman el Estados Unidos profundo y real en el que King ubica sus historias. Porque los cuentos de King no funcionarían en Nueva York, en Los Ángeles o en Miami, tal vez porque las megalópolis ya tienen suficiente con el terror de su día a día. O porque en esos rincones en apariencia idílicos no se refugia lo mejor de Estados Unidos, sino lo peor: la frustración, el resentimiento. Un caldo de cultivo en el que lo sobrenatural encaja, como el payaso de “It” en las alcantarillas de Derry.

“IT: CAPÍTULO 2”. La historia del temible Pennywise llega a su fin.

A Maitland le achacan el asesinato de un niño de 11 años, violación y mutilación incluidas. Nadie puede creerlo en Flint City, porque Maitland es un ciudadano modelo. El hombre al que cualquier padre le confiaría el cuidado de sus hijos. Pero todas las pruebas lo condenan. Hay testigos. Así que va a la cárcel, mientras el calvario se desata sobre su familia (tiene esposa y dos hijas). Pero Maitland sostiene que es inocente y siembra esa duda en Ralph Anderson, el policía a cargo. Mientras tanto, consigue ser representado por Howie Gold, un abogado más cercano a la ancianidad que a los tribunales. Anderson le da mil vueltas al caso y van apareciendo hilos del ovillo. Cuando Holly Gibney lo ayude a tirar de ellos la madeja conducirá a todos justo donde King los/nos aguarda: el horror, en el más absoluto de los sentidos que Joseph Conrad le dio.

Inagotable

El título en inglés de “El visitante” es “The outsider”. La novela, editada en mayo en Estados Unidos, se convertirá en una miniserie de 10 episodios, piloteada por Jack Bender desde la producción ejecutiva. Bender dirigió capítulos de “The Sopranos”, “Lost”, “Alias”, “Game of thrones” y, hablando del kingsverse, “Under the dome”. Se sabe que Ben Mendelsohn -seguramente harto de hacer de villano tras “Rogue One”, “Ready Player One” y “Robin Hood”- encarnará a Terry Maitland. El ruego de los fans es que el papel de Holly Gibney sea para Justine Lupe, que tan bien la interpreta en la versión televisiva de “Mr. Marcedes”. No será sencillo, porque “El visitante” será una producción de HBO y “Mr. Mercedes” se emite por Audience Network, aunque uno de sus productores es... Jack Bender. Así es el kingsverse, regido por las más particulares leyes de atracción.

Por caso, el público se pregunta de qué irá la tercera temporada de “Mr. Mercedes”, ya que las dos primeras se nutrieron de la trilogía de novelas y culminaron con la muerte del archivillano Brady Hartsfield. Brendan Gleeson confirmó su participación en la piel del incombustible detective Bill Hodges.

Otra pata televisiva del kingsverse es “Castle Rock”, cuya primera temporada se vio por la plataforma de streaming Hulu y ya cuenta con la segunda en marcha. Es un giro por demás atractivo, ya que “Castle Rock” se nutre de la mitología creada por King (el pueblo, su pasado, su geografía, sus habitantes), aunque desarrollando nuevas historias. Al no estar Hulu disponible en Argentina sus contenidos van derramándose en algunos canales de cable (como sucede con “El cuento de la criada”), aunque tarde y a contramano de la potencia del fenómeno. El televidente avispado se ve entonces obligado a apurar el trámite en la web.

“CEMENTERIO DE ANIMALES”. La nueva versión llegará en abril.

Mientras, la pantalla grande tiene reservadas dos citas con el kingsverse durante el año que comienza. Para el 5 de abril se programó el estreno mundial de “Cementerio de animales”, adaptación de una de las novelas más escalofriantes de King (lo que es mucho decir). A la primera, de 1989, la dirigió Mary Lambert, con algunos aciertos visuales y críticas dispares. Paramount vuelve a la carga, ahora con un reparto encabezado por Jason Clarke, Amy Seimetz y John Lithgow, y a caballo de un tráiler que sembró las mejores expectativas.

El capítulo dos de “It” demorará un poco más, hasta el 6 de septiembre. El éxito de la primera parte, esperado aunque no en semejante escala, le dio luz verde a la contratación de algunas estrellas, así que entre las versiones adultas de los chicos que enfrentaron y vencieron al payaso Pennywise asoman James McAvoy, Jessica Chastain y Bill Hader. De Pennywise sigue encargándose Bill Skarsgård (quien le dio vida al ¿villano? de “Castle Rock”. Las vueltas del kingsverse...) Al timón sigue manejándolo Andrés Muschietti, ya un peso pesado de Hollywood con DNI argentino.

A todo esto, King no deja de escribir y esa es la mejor noticia de todas. “Elevation”, publicada en octubre en Estados Unidos, es una nouvelle de 144 páginas cuya edición en español ya flota por la web. Pensando en lo que viene, la clave es cerrar los ojos y, como sucede desde hace casi 50 años, tomarse de la mano de King y dejarse conducir al lugar de siempre. La oscuridad.

ELEGIDO. Ben Mendelsohn será el protagonista de la serie de HBO.