Volar con niños: algunas ideas para que las vacaciones arranquen en el avión

Volar puede ser una experiencia genial o una tortura para los chicos, porque deben quedarse quietos. Qué hacer para que suceda lo primero.

27 Dic 2018
1

CON AYUDA DE LA TECNOLOGÍA. Bajar a la tablet algunos sus “dibus” preferidos es una manera de mantenerlos entretenidos durante el viaje.

“Sus pasajes fueron emitidos exitosamente. Check in disponible en 48 horas”, leíste en la pantalla y abrazaste a los chicos. Ya tenés preparada toda la documentación, están hechas las reservas de hospedaje, y previste protector solar y ropa para todas las temperaturas. ¿Todo listo? Quizás todavía te falte un pequeño ítem para empezar con el pie derecho el viaje: es importante prever un vuelo tranquilo, tanto si es de cabotaje como si el destino es internacional.

En muchos rasgos ambos vuelos se parecen, pero no en todos: por ejemplo, si volás dentro del país, no te dan comida (en el mejor de los casos, sólo un snack). Y tampoco es igual el tema del equipaje: en los últimos tiempos el precio no suele incluir valijas en la bodega.

El equipaje

En los vuelos de cabotaje y también en algunos de los internacionales la tarifa básica sólo prevé equipaje de cabina, esto es, una valija chica (8 kilos máximo) para los compartimientos superiores y un bolso que va debajo del asiento delantero.

Esto no tiene por qué ser un problema. Puede parecerte poco, pero si tus hijos tienen más de dos años viajarán en asiento “propio”, lo que implica que tienen los mismos derechos que un adulto respecto de lo que se puede llevar en cabina: cada uno puede llevar su propia valijita. Y con ropa liviana de verano es posible que alcance. Además, si tienen más de 6 años, la experiencia puede tener valor agregado pedagógico: que cada uno aprenda a hacerse responsable de sus cosas. Si tu tarifa corresponde a este caso, lo ideal es tomar dos medidas de precaución: que las valijitas tengan cuatro ruedas, lo que facilita su manejo por parte de los chicos, y que el equipaje menor (incluido el tuyo) sea una mochila: ¡eso libera los brazos!

Para tener en cuenta

Y en tu caso, para la documentación y el dinero, una riñonera es ideal: permite tener a mano y seguro lo imprescindible sin tener que andar a los manotazos con el bolso.

Recordá que si viajan sólo con equipaje de mano y tienen listo el check in (las tarjetas de embarque digitales son válidas, podés mostrarlas desde el correo en el celular) no hace falta presentarse en el mostrador de la aerolínea.

Tené en cuanta que, una vez embarcados, puede ocurrir que el aire acondicionado del avión esté muy fuerte. Y que quizás hagan falta una remera y hasta un pantalón de repuesto: ¡nunca es imposible que la coca cola termine tambaleándose! Es importante que preveas que lo que podrás necesitar durante el vuelo esté en la mochila, debajo del asiento. Si dejaste las cosas en la valijita “de arriba” el acceso se te va a complicar.

Otra cuestión clave es lograr que se queden sentados todo el vuelo, lo que implica mantenerlos entretenidos. Llevar en el equipaje de mano alguno de sus juguetes favoritos es una buena idea, y vale la pena complementarla con alguno nuevo: las sorpresas siempre causan entusiasmo y pueden regalar preciosos minutos de serenidad a bordo.

En este punto, y aunque en casa lleves meses realizando grandes esfuerzos para limitar el tiempo que los chicos pasan frente a una pantalla, el avión es buen lugar para las excepciones: el celular o la tablet pueden ser muy útiles cuando ya nada más da resultado.

Los vecinos de asiento

Para cuidar a los otros pasajeros, es indispensable que lleves auriculares para el celular o la tablet; si son de esos que pueden usar un audífono cada chico, será más eficiente el sistema.

Otro consejo para evitar tener que moverse dentro del avión es que los chicos vayan al baño justo antes de abordar y no tomen mucho líquido... Pero como incluso así es posible que las urgencias aparezcan, hay que prever que vos ocupés el asiento que da al pasillo, para minimizar el riesgo de compañeros de viaje molestos porque tienen que dejarte pasar.

Si el vuelo es largo, llevar una almohada y/o una mantita puede servir luego de despegar para “elevarse” y así poder mirar mejor por la ventanilla. Y cuando estén cansados, ayudarán a conciliar mejor el sueño. El de ellos... y el tuyo también.

Comentarios