Salta, una de las provincias con más casos de hantavirus: el relato de un sobreviviente

“Me dieron media hora de vida”, recuerda un salteño que sobrevivió al virus. En los últimos cinco años hubo 191 personas que contrajeron la enfermedad que llega a ser letal.

29 Dic 2018
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Después de Buenos Aires, Salta es la provincia que registró el mayor número de casos de hantavirus en los últimos cinco años, según el reporte publicado por el Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud.

Desde 2013 hasta este año, hubo 191 salteños que contrajeron esta enfermedad que puede llegar a ser letal. Mientras que en Buenos Aires se registraron 192 casos en ese mismo periodo de tiempo.

Ambas provincias forman parte de las regiones endémicas, es decir que esta patología se presenta de manera regular. En Argentina, en los últimos años, se registraron en promedio 100 casos anuales, siendo las provincias de Buenos Aires, Salta y Jujuy las que presentan el mayor número.

En 2018, también según este informe, hubo 37 pacientes en Salta que padecieron hantavirus. Y de acuerdo a la Dirección de Epidemiología de la Provincia, siete personas murieron por la enfermedad este año.

¿Cómo se contagia el hantavirus?

Con tan solo respirar un ambiente contaminado por saliva, orina o excrementos de un ratón infectado.

En nuestro país, los transmisores del virus son los roedores silvestres de la familia Muridae que presentan una infección crónica oculta, sin síntomas, que eliminan al virus a través de la orina, saliva o excretas.

Otras posibles vías de transmisión son: contacto con excrementos o secreciones de ratones infectados con las mucosas conjuntival, nasal o bucal, o mordedura del roedor infectado.

También existe evidencia de transmisión persona a persona, y por ello, las secreciones y otros fluidos humanos deben considerarse potencialmente peligrosos

¿Cómo es tener y sobrevivir al virus?

Daniel Giménez es un salteño que hace ocho años, aproximadamente, estuvo al borde la muerte por contagiarse de hantavirus.

“Te vas ya a terapia o vos te morís antes de mañana”, recuerda que le dijo un médico, luego de estar cuatro días bajo un tratamiento erróneo en una clínica de Orán. “Porque a mí me internaron por dengue; hasta que salí de terapia después de cuatro días, me llegan los estudios desde acá (Salta) y me da positivo de hantavirus”, cuenta Daniel a LA GACETA.

Daniel Gimenez. Foto La Gaceta

Tenía 33 años cuando contrajo el virus que le dejó los pulmones sensibles, pero pudo sobrevivir a una enfermedad considerada letal si no se la detecta y trata a tiempo.

“Me agarró con las defensas bajas”, dice Daniel, quien recuerda que contrajo esta patología luego de un día de pesca y acampe en el río Bermejo.

Tuvo dolor de cuerpo, fiebre, sed. “Es como un resfrió fuerte que te duele el cuerpo, te agarra un poco de mareos y la sed te mata, te vuelve loco. Te desespera”, describe.

“Te deshidratás. El agua te va al pulmón, no te deja orinar y a la vez te vas ahogando con la misma agua que te queda en los pulmones. A mí me hacían placas cada dos o tres horas, y es increíble cómo uno ve que va avanzando la enfermedad, se ve que se llena de líquido los pulmones y se va asfixiando uno mismo, solo, cortándote el aire; yo estaba con oxígeno”, relata Daniel, quien agradece a los médicos que, en una segunda consulta, le diagnostican con certeza la enfermedad y logran salvarlo.

“Me fui a ver a la doctora Peralta. Muy buena. Me salvó la vida,  junto al doctor Quipildor”. Recuerda a los profesionales que los asistieron. “Ellos descartaron el dengue. Entré a terapia de nuevo, estuve tres días”, continúa.

“Hasta me llevaron a un cura”, acota. “Se los conté al tiempo a mis amigos, porque estaban todos mal. Ya lloraban. Me dieron media hora de vida. Pero bueno, el médico fue sincero”, destaca.

¿Cuáles con las medidas de prevención?

- Mantener limpios los domicilios y terrenos baldíos, para evitar la presencia de roedores. Bloquear orificios en puertas, paredes y cañerías.

- Usar veneno o trampera para roedores, no tocarlos ni golpearlos. Si se encuentra uno de estos animales muerto, rociarlo con lavandina y luego de 30 minutos como mínimo recogerlo usando guantes y enterrarlo a más de 30 centímetros de profundidad, o quemarlo.

- En el caso de que sea necesario acumular leña, hacerlo lo más lejos posible de la vivienda; desmalezar terrenos y evitar el contacto con las secreciones de los mencionados animales.

- Ventilar por lo menos 30 minutos antes de ingresar a lugares que hayan estado cerrados y cubrir boca y nariz con pañuelo húmedo.

- Limpiar pisos, mesas, cajones y alacenas con una solución de agua y lavandina, en una proporción de diez partes a una y dejar 30 minutos antes de enjuagar. Humedecer el piso antes de barrer para no levantar polvo.

- Si se acampa, hacerlo lejos de malezas o basurales, no dormir directamente sobre el suelo y consumir agua potable.


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