En Tucumán: a rallar choclo para el Festival de la Humita

El ritual comienza hoy, a las 20, en el patio de GL Disco, el boliche más convocante de San Pedro. Se servirán más de 1.000 platos.

17 Ene 2019
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DELICIA. El Festival le rinde culto a uno de los platos favoritos del norte. LA GACETA / FOTOS DE ANALÍA JARAMILLO

TUCUMÁN.- Alrededor de 1.000 personas compartirán una gigantesca humita mañana, a partir de las 20, en la plaza Leocadio Paz de San Pedro de Colalao. El cocinero que dirigirá este concierto de ralladores de choclo y de fuegos será Maxi Cáceres Cano, el cocinero de LA GACETA Play. El objetivo es demostrar cómo se hace este plato, uno de los favoritos del recetario norteño; y compartir entre lugareños y turistas la tradición del Festival de la Humita.

El ritual comienza hoy, a las 20, en el patio de GL Disco, el boliche más convocante de San Pedro. Al menos 12 personas se reunirán a hacer el trabajo más pesado en la elaboración de la humita, que es rallar el choclo y el zapallo. “Son más de 800 choclos, 220 kilos de zapallo y una bolsa de cebollas de unos 25 kilos. El año pasado había alcanzado para unas 600 personas, pero ahora queremos que coman 1.000 personas”, contó “Maxi, entusiasmado con el desafío.

Por supuesto, si alguien está dispuesto a sumarse a las filas de este pequeño batallón de ralladores, será bienvenido. Podrá asistir cualquier persona, en especial los turistas que quieran aprender cómo se prepara la humita. En los hoteles ya fueron avisando a los huéspedes para que pueda sumarse el que esté interesado, explicó el cocinero. El que desee ir debe presentarse a las 20 en el boliche, donde alrededor de las 22 comenzará una peña.

Mañana será el momento de cocinar y luego servir. Se usarán dos ollas grandes y se cocerá en fuego hecho con leña, lo que también le da un sabor particular al plato. Alrededor de las 20 comenzarán a servirse las primeras porciones en la plaza, y la noche estará animada con música en vivo.

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“El objetivo es llevar nuestras costumbres tucumanas a otros lugares, mostrando nuestra identidad gastronómica. También queremos que los turistas vean cómo es la preparación y que colaboren en hacerlo. Ellos se van sumando de a poco a y, además de ayudar, comienzan a intercambiar recetas, historias y experiencias en torno a la humita. Discuten cómo van haciendo las humitas en diferentes regiones; los cordobeses, por ejemplo, le ponen, algo que acá casi no se hace”, describió “Maxi”. Para él, los secretos de una buena humita son dos: “que el choclo sea rallado a mano y que el zapallo sea de un color verde intenso en su interior, bien pesado, porque eso significa que está recién cosechado.

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