El futuro del trabajo

La relación entre productividad y rentas de trabajo se ha alterado. Eso precariza mucho a los trabajadores. Hay un claro proceso de estagnación: el 70% de los hogares en EEUU no percibió ninguna mejora en sus rentas en los últimos treinta años, el país vive niveles de desigualdad propios de los años veinte. Esto radicaliza mucho, a favor de fuerzas populistas y antisistémicas. Otro factor definitorio de la transformación es que desaparece el valor del arbitraje de información. La gestión de información está perdiendo valor. Como tendencia, se aprecia que los skills sociales son cada vez más importantes, también los digitales. En 2002, el 53% de los trabajos en EEUU no requerían skills digitales. Los que sí requieren eran el 70% en 2016.

La última tendencia reseñable es la clara obsolescencia de los skills que hemos aprendido en la universidad. Dos millones de puestos de trabajo en la Unión Europea no se pueden cubrir porque no hay gente con capacidades adecuadas. La contradicción aparente es la alta tasa de desempleo juvenil y los millones de puestos de trabajo que no se pueden cubrir.

Hay que reducir esos costes de transición. Las máquinas no entienden ni piensan, solo simulan algunas funciones de nuestra inteligencia, no tienen la menor idea de lo que están haciendo. Es una herramienta aterradoramente poderosa, qué será de esos niños con esa herramienta pero sin el complemento formativo. El valor absoluto de la educación para abordar un contexto desconocido, la formación como hoja de ruta para una terra incognita.

* Experto en transformación digital.

Charla en el FIB Madrid.