Anticipan cierres y despidos en el sector automotor

La crisis puso en jaque a las concesionarias.

22 Ene 2019
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La crisis ya está empezando a cobrar sus primeras víctimas. Y, entre ellas, las concesionarias de autos. Acostumbradas a que las épocas de crisis o bonanzas se sucedan muy rápidamente en un país con ciclos muy cortos como es la Argentina, nunca antes habían sufrido la pérdida de rentabilidad y las presiones de las fábricas como en 2018.

Con una caída en los patentamientos de 10% durante el año pasado, pero que midiendo solo el segundo semestre llegó al 40%, las empresas terminaron con un stock acumulado que serviría para trabajar hasta la mitad de 2019 sin recibir un solo auto más de las terminales.

Sin embargo, en diciembre, cuando las fábricas tenían que cumplir con sus objetivos, “le tiraron por la cabeza” otra centena de vehículos para que vendan, palabras que utilizó el dueño de una de las cadenas más grandes del país, representante de diferentes marcas, para explicar lo sucedido.

Indignado como nunca, este empresario de bajo perfil le confirmó a iProfesional que en toda su historia como líder de concesionarios, negocio en el que lleva más de tres décadas, jamás había visto una situación como la actual, de tantas presiones y exigencias.

Esta urgencia por trasladar a precios el cambio del dólar, terminó paralizando aún más las operaciones con los 0 Km y provocando este “desastre” en un mercado que venía traccionando muy bien y rindiendo aún más a la economía en general, según reveló la nota difundida ayer por iProfesional.

“La situación es crítica, porque primero se trabajó sin rentabilidad durante varios meses y ahora se agregó la caída en las suscripciones a los planes de ahorro y las ventas financiadas, que era lo que permitía sostener las estructuras de los puntos de ventas”, dijo Alberto Príncipe, representante de la Cámara de Comercio Automotor.

“El auto es dólar y subió a la par de la divisa, provocando que la gente no solo no compre, sino que también abandone el pago de las cuotas de los planes porque se duplicaron”, concluyó.

La situación es tan grave que ya empiezan a verse las primeras persianas bajas en puntos de venta históricos. El problema es que el sector se venía preparando para vender este año 1 millón de unidades y la estructura comercial quedó sobredimensionada: en 2018 apenas se superaron los 800.000 vehículos y para este año se espera que se comercialicen 120.000 autos menos.

“Es imposible sostener las estructuras y este año será peor”, dijo el titular de otra red de concesionarios que trabaja para dos marcas líderes, quien también prefiere mantener su nombre en el anonimato.

Lo que se viene

Ante esta situación, la medida que se empieza a estudiar en la mayoría de los casos no tiene alternativa, más cuando se trata de cadenas con tres o más puntos de venta. “Hay que cerrar sucursales e ir migrando el stock y alguna parte del personal a las casas centrales, en zonas más transitadas”, explicó.

“En 2019 habrá muchos cierres de empresas y despidos de empleados, porque el costo fijo de mantener un concesionario es enorme entre local, impuestos, servicios. Y hoy no alcanzan los ingresos ni siquiera para lo básico”, alertó Príncipe.

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