El presidente de Italia renuncia por problemas de salud

Giorgio Napolitano, de 89 años, dijo que que está feliz de poder volver a su casa.

13 Ene 2015
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ROMA, Italia. - El presidente italiano, Giorgio Napolitano, dimitirá en las próximas horas, anunció hoy el primer ministro del país, Matteo Renzi.

En su discurso de despedida de la presidencia de turno italiana de la Unión Europea ante el Parlamento Europeo en Estrasburgo, Renzi se refirió a Napolitano como un "europeo comprometido que dejará su puesto en las próximas horas". "Cerró una larga etapa de cambios y afrontó las dificultades en Italia con inteligencia y sabiduría".

Napolitano, de 89 años, anunció hace dos semanas que su dimisión era inminente, pero no puntualizó una fecha concreta. Según medios italianos, el jefe de Estado tiene previsto dimitir mañana miércoles.

Italia lleva semanas especulando sobre quién podría ser su sucesor. Desde el momento de la dimisión, el proceso de elección deberá ponerse en marcha en un plazo de dos semanas.

Renzi, cuyo Partido Democrático (PD) desempeñará un papel clave en la elección, dijo en Estrasburgo que el candidato ideal debería ser "una figura de muy alto nivel" que pueda actuar como árbitro sabio e imparcial.

Hasta ahora se han barajado varios políticos de centro-izquierda, como el ex líder del PD y alcalde de Roma, Walter Veltroni, el alcalde de Turín y ex ministro Piero Fassino o Sergio Mattarella, un juez del Tribunal Constitucional. También se ha mencionado a los ex primer ministros Romano Prodi o Massimo D'Alema.

Celebrar una elección sin grandes disputas será un desafío clave para el liderazgo de Renzi en el país. La elección presidencial anterior en 2013 fue tan caótica que los políticos rogaron a un reacio Napolitano que siguiera en el cargo para un segundo mandato porque eran incapaces de ponerse de acuerdo en un sucesor.

Napolitano, a sus 89 años, está deseando retirarse tras casi nueve años en el cargo que describió durante un discurso de despedida como "largos y tormentosos".

Lideró el país durante cuatro cambios de gobierno, dos elecciones generales y una crisis que estuvo a punto de llevar a Italia a la bancarrota a finales de 2011 y que fue resuelta después de que el tecnócrata Mario Monti reemplazara a Silvio Berlusconi como primer ministro.

En el periodo entre la dimisión y el nombramiento de un sucesor, será el presidente del Senado, Pietro Grasso, quien actuará como presidente en funciones.

En declaraciones ante la prensa en Roma, Napolitano dijo sentirse "feliz por volver a casa". "Aquí la vida es buena, todo es hermoso, pero es un poco como una prisión", dijo ante el palacio del Quirinale, una antigua residencia para papas. "Seré feliz en casa y saldré de paseo".

Como ex presidente, Napolitano recibirá un asiento vitalicio en el Senado y además podrá participar en la elección de su sucesor, junto con más de 1.000 diputados nacionales y regionales.

Los presidentes italianos tienen una función representativa, pero su papel no es sólo ceremonial. También pueden disolver el Parlamento y convocar elecciones anticipadas, median negociaciones para formar gobiernos y pueden nominar al primer ministro.

También pueden vetar leyes si las consideran inconstitucionales y son los jefes del Ejército y la Justicia. En circunstancias excepcionales pueden condonar o reducir las sentencias de condenados por la Justicia. (DPA)
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