La crisis económica golpea con fuerza a la cultura en Salta

Caída de ventas y entradas obliga a los artistas a reinventarse para sobrevivir.

09 Feb 2019

No sobrevive el más fuerte, sino el que mejor se adapta a la nueva realidad. Y las teorías darwinianas se vuelven más evidentes en este contexto de crisis económica nacional, sobre todo en el ámbito de la cultura, en Salta.

Cristina Idiarte, directora de teatro y actriz, dijo que la crisis repercute con mayor fuerza en el ámbito cultural, porque las personas recortan primero los gustos que se dan y se quedan con lo básico: lo que necesitan para sobrevivir.  

ORGANIZADORA. Idiarte, actriz.. foto prensa fiesta nacional del teatro

La disminución de la plata repercute también en la calidad: el artista tiene menos tiempo para destinarle al ensayo de las obras. Algunos reciclan escenografía y vestuario. Lo que no merma es el amor por el teatro.

“Son momentos creativos y prolíficos, pero también han sido los más duros para poder sostenerse. Una cosa fundamental es empezar a diversificar el trabajo. Proponemos espectáculos poco convencionales, no ir a la entrada y a la sala donde tenés que pagar entrada. Nos hemos convertido en una especie de trabajadores del marketing cultural para poder ofrecer otras cosas y poder seducir en tiempos de crisis”, dijo Idiarte y añadió: “Está bueno empezar a diversificar y ver qué se puede hacer para buscar al público. Nosotros siempre trabajamos la comunicación y la publicidad y ahora lo hacemos más intenso”.

LIBRERÍAS DE SALTA FOTO LIBRERÍA RAYUELA

Esta idea del artista como alguien que debe salir a hacer marketing de sí mismo y de lo que produce en cierta manera también es una idea que ha prendido en librerías locales: tanto Doce Letras como Rayuela abrieron de manera reciente cuentas en Instagram e intensificaron sus publicaciones en Facebook para tratar de captar el interés de los lectores.

No hay cálculos precisos de la caída en la venta de libros, pero se estima que superó el 30%. Esto también está relacionado con la suba de los libros que llegan del exterior: algunos libros de España han duplicado su precio. Pagar $2.000 por un libro ha pasado a ser un lujo.

Pero el dato claro de que el problema no es tanto la suba del precio de los libros, sino la pérdida del poder adquisitivo en los salteños lectores y/o consumidores de cultura es lo que sucede en la feria de libros usados, donde los comerciantes dicen que las ventas bajaron hasta un 60%.

No hay cálculos precisos de la caída en la venta de libros, pero se estima que superó el 30%.

Los carteles muestran la multiplicación de ofertas: libros desde los $20. Pero los compradores siguen ausentes. Muchos de los puestos ya ni siquiera abren.

Idiarte remarcó además que el teatro se ha visto jaqueado por otro problema: el Instituto Nacional de Teatro antes realizaba más financiaciones.

“Nos deben toda la gira del año pasado. Con la inflación, eso ya no vale nada. Nos deben funciones en fiestas, en giras, cosas que antes se pagaban a tiempo”, dijo.

Pero no baja los brazos: “Obras de teatro siempre va a haber, gracias a Dios. Es imposible callar esa parte.  Lo más duro de todo es que uno se da cuenta que cada vez las políticas nacionales están destinadas a destrozar el sector. A minimizar el trabajo de los artistas, a destruir el tema del ministerio de cultura, eso es un posicionamiento político.No esperábamos menos, pero no pensábamos que iba a ser tan sanguinario. Esta crisis nos está carcomiendo”.

IMAGEN DE laventolera.blogspot.com

La Ventolera es uno de los espacios independientes en la provincia que está logrando surfear la crisis.

“Proponernos construir y sostener un espacio de arte indefectiblemente nos enseña a convivir con la crisis económica. Lo dramático, ahora, es que la comunidad está en crisis y eso es lo que nos preocupa”, dijeron sus gestoras a LA GACETA.

Dicen que no han notado una disminución de espectadores o de personas que se acercan al lugar. “Ha disminuido la calidad de vida. Y quizás no notamos una disminución del público ni en la concurrencia a los talleres, porque no hemos subido los precios acorde a las subas de los insumos. Pero sabemos que el público, los y las artistas y nosotras mismas hacemos un gran esfuerzo para que todo siga sucediendo. Los gobiernos actuales nos exigen que nos autoexplotemos y nos pensemos como industrias para poder existir. Pero sabemos que lo que hacemos es artesanal, y además no nos conformamos con que pocas personas puedan convivir con el arte”, dijeron.  

Para captar espectadores, de todos modos, siempre están pensando nuevas estrategias. “No sólo en lo que respecta a difusión, sino también en acercar propuestas interesantes, de calidad, al igual que ofrecer un espacio con las condiciones de seguridad y técnicas acordes a la necesidades”, dijeron.

Si bien afirmaron recibir apoyo del Instituto Nacional del Teatro, el mismo llega con mucho retraso (y cada vez más a causa de las políticas actuales), lo cual implica prever un respaldo para soportar los gastos que genera cada proyecto. 

“En el 2018, junto al apoyo del Fondo Nacional de las Artes, nos permitieron adquirir el inmueble donde trabajamos. El Instituto Nacional de la Música nos ayuda a mejorar la seguridad eléctrica y el equipamiento. También hemos recibido apoyo del Fondo Ciudadano de Desarrollo Cultural. Sin embargo, no son suficientes y siempre estamos buscando más apoyos para la actividad”, indicaron.

Finalmente dijeron que en este 2019 buscarán crecer grupal y estructuralmente, sostener los logros y proyectar nuevos deseos. “Es un trabajo arduo que no deja de lado los vínculos humanos y pensarnos política y socialmente. Están siendo años duros para toda la comunidad, y por eso necesitamos crear redes y lazos que permitan ayudarnos. Queremos que nuestro proyecto florezca, pero en una sociedad fuerte”, concluyeron.


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