Crisis en la cultura: ¿los shows y obras de teatro en Salta, agonizan?

La crisis económica del país impacta de lleno en quienes producen espectáculos musicales y de teatro en la provincia. El problema empeora, aseguran, por impuestos locales que sólo frenan al sector.

17 Feb 2019
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La crisis económica del país impacta de lleno en quienes producen espectáculos musicales y de teatro en la provincia. El problema empeora, aseguran, por impuestos locales que sólo frenan al sector.

No hay plata. Ni un mango y esto se siente. Cuando hay una situación económica delicada lo primero que hace la gente es empezar a gastar mucho menos plata en esparcimiento.

En 2018 se vendieron un 30% menos de tickets que en 2017.

“Si antes ibas a ver dos o tres espectáculos musicales o teatrales en el mes, ahora vas a ver uno. Si antes ibas dos veces ahora vas una o directamente no vas, mermás las veces que salís a comer afuera, y también se sintió en la venta de tickets", dice el productor de espectáculos salteño Sebastián Magnasco y agrega: "Más que en la venta, se sintió en la merma de espectáculos, algunos se suspendieron, otros se cancelaron por la baja venta de entradas. Afectó a la actividad, pero es una realidad a nivel país”.

Otros productores como Guillermo Clasadonte y Violeta Aquino coinciden con el diagnóstico: la falta de plata repercutió de manera directa en la taquilla.

Clasadonte incluso brinda un porcentaje concreto de caída: en 2018 se vendieron un 30% menos de tickets que en 2017.

A ese 30% Violeta Aquino lo traduce en palabras: “El año pasado fue desastroso”, dice y acota: “Ya lo preveíamos, nosotros siempre hacemos una proyección de ventas y en algunos shows ha sido un fracaso y no es que el artista no rinda, sino que la situación económica no permite que se compren las entradas”.

“Sumado a eso Salta es una plaza difícil para trabajarla en condiciones normales, imagínate en un contexto económico delicado”, expresa Magnasco.

En 2018 algunos espectáculos se tuvieron que suspenderse. Otros se fueron postergando, como Soy Luna, que pese a haber modificado la fecha no anduvo bien de ventas.  Magnasco, por ejemplo, tuvo que postergar Ciro y los persas, levantó Coti y en Tucumán tuvo que suspender espectáculos infantiles y un tributo a Soda Estéreo.

Cuando adquirieron el espectáculo de Serrat el dólar estaba a $17 y el día de la actuación estaba a $40.

Muchas giras de espectáculos conocidos se tuvieron que levantar por la baja venta de entradas. No se puede afrontar ni siquiera los costos.

El salto del dólar le generó un gran dolor de cabeza a Aquino: había comprado el espectáculo de Serrat cuando el dólar estaba a $17 y el día de la actuación estaba a $40. En ese momento, explicó, ya trabajaban pensando no en ganar plata, sino en perder lo menos posible.

LA OREJA DE VAN GOGH

No future

Las expectativas para este 2019 no son muy optimistas. Clasadonte señala que había mucha expectativa de que el teatro nacional tuviera un resurgimiento este verano, porque se suponía que con la diferencia cambiaria menos argentinos viajarían al exterior y debía crecer el turismo interno. 

Pero eso, comentó a LA GACETA, no impactó en las boleterías de Córdoba ni de Mar del Plata, salvo en uno o dos espectáculos. Ese dato lo toma como "una señal" de cómo se va a desarrollar el 2019.

“Esta temporada ya tiene bastantes títulos a partir de abril, no notamos que haya caído la cantidad de obras que quieren salir de gira o que se hayan cancelado, pero sí estamos preparados para que haya una caída del 10 y hasta el 20% con respecto al año pasado, que ya sería bastante grave, pero sabemos que los bienes de consumo culturales están bastante complicados dentro del presupuesto que la gente tiene para gastar de manera mensual”, dice Clasadonte, quien sin embargo, trata de mostrar un costado optimista: “hay una preferencia hacia ver shows en vivo. Los argentinos tratan de ver shows en vivo para comprar ese producto. El teatro sigue siendo la salida favorita de los argentinos, también de los salteños”.

Magnasco recalca que toman este 2019 con mucha cautela, tratando de programar espectáculos con los cuáles al menos podrán cubrir el costo, porque tampoco pueden dejar de trabajar.

Aquino también intentará jugar a lo seguro este año. “Somos muy escépticos sobre todo en programar shows: tenemos que ver que no sean de alto riesgo, sobre todo en mi caso yo hago la producción local de espectáculos internacionales”, dice.

Reducir el riesgo, sobrevivir, mantener la maquinaria funcionando, porque son muchas las personas que trabajan en estas productoras. Un espectáculo si genera un efecto derrame.

JOAN MANUEL SERRAT, IMAGEN DE EL CARIBE

Los trabajadores

No es una estrella sola sobre el escenario. Eso es sólo la punta visible de un iceberg más complejo.

“Las productoras tenemos una estructura de gente que hay que sostener, tenemos proveedores que dependen del espectáculo para poder mantener a sus empleados, un espectáculo genera muchos puestos de trabajo de manera directa y de manera indirecta, tenemos que seguir haciéndolos”, dice Magnasco.

Clasadonte detalla: “Un espectáculo genera mucha mano de obra. Directamente para el armado y desarme, el alquiler de insumos para ese show, luz, sonido, generadores, y hay muchas actividades que no son directas y tienen que ver con el alojamiento, con la comida, con cómo el público se moviliza para ir a esa función, y cómo el público sigue esa salida en una cafetería o un restaurante. Ni hablar de cuando hay un show internacional y recibimos gente de otras provincias cercanas”.  

Y todo este efecto derrame se pierde en Salta y, en parte, es culpa del Estado que impone impuestos que los espectáculos no deben pagar en otras provincias.

TEATRO NACIONAL

“Salta todavía no ha podido ordenar ese paquete de impuestos y armar exenciones que generalmente esos productos tienen en el país".

El rol del Estado o cómo espantar el show

A la crisis se le suma un problema impositivo, que sí es 100% salteño. Impuestos que son como un ancla. Los grandes centros de espectáculo, como Tucumán, como Carlos Paz, como Mar del Plata y Buenos Aires están eximidos de algunos impuestos. Salta no.

“Yo vendo una entrada de mil pesos y esa entrada se divide en muchas partes. Una parte va a la sala, otra va a los derechos de autor, otra va al artista, otra va al transporte, otra  a la técnica y así. La venta entrada en esas provincias no paga IVA, no paga ingresos brutos y con eso fomentan el desarrollo de la actividad”, dice Magnasco

Los números que tiene muestran cómo afectan a los espectáculos. Dice que con los impuestos que te descuentan (provinciales, municipales, derecho de autor, etc), un espectáculo arranca con un -20%. Y después está la sala, que en algunos casos se queda con el 10% y hasta el 20%. Eso significa arrancar un espectáculo con menos 30, 40% de la recaudación.

“Eso es un problema salteño”, dice Clasadonte. Impuestos provinciales y municipales. “Salta todavía no ha podido ordenar ese paquete de impuestos y armar exenciones que generalmente esos productos tienen en el país. Y eso repercute en la cantidad de cosas que llegan a la plaza y de alguna manera perjudica a Salta como plaza teatral. Eso es algo que se intentó hablar muchas veces con las autoridades desde hace varios años, pero Salta no ha puesto interés en ordenar esto que favorecería a la cartelera”, dice. Enfatiza, asimismo que por este problema hoy Tucumán es una mejor plaza teatral.

“Estamos muy lejos de ser una plaza teatral internacional. Nos perfilábamos a eso cuando apareció el Teatro Provincial, Centro de Convenciones, pero el Estado no lo apoyó".

“Hoy estamos muy lejos de ser una plaza teatral internacional. Nos perfilábamos a eso cuando apareció el Teatro provincial, cuando se inauguró el Centro de Convenciones, hubo un momento en que se pensó que Salta se podía convertir en la cabecera del norte y de proyectos internacionales pero lo cierto es que el Estado no lo apoyó ni el público pudo generar desde lo económico la cantidad de entradas vendidas que se necesitan para que eso sucede frecuentemente”, diagnostica.

Aquino sentencia: “Yo no sé si Tucumán es otra economía, otra situación, la cantidad de habitantes, pero la mayoría de espectáculos hoy se realizan en Tucumán y no en Salta y eso a mí me preocupa, porque antes Salta era la base de los shows”.

Sobre los impuestos municipales, dice: “Uno de los grandes problemas es que en su momento estábamos exentos y se volvieron a aplicar. Tampoco nos podemos ir a Vaqueros, porque no hay una infraestructura como el Delmi”.

La situación es crítica. Y quienes aman la cultura están haciendo hasta lo imposible para que eso que nos apasiona no pase a ser un lujo inaccesible.

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