Una terapia desestresante puede convertirse en negocio

Se sienten orgullosos y valiosos de construir un objeto. Sacan fotos y las suben a las redes sociales.

23 Feb 2019

TUCUMÁN.- El proceso de los objetos “hechos a mano” involucra mucho más de lo que pensamos y es por eso que se vuelve tan especial. Se debe tener una idea, diseñar, cortar, dar los detalles finales, imprimirle un sello personal. Para muchos, sentir que pueden hacer algo manual se ha convertido en una terapia desestresante, destaca la docente María José Robín.

Robín dicta talleres de tapicería, un arte que antes solo lo hacían unos pocos. Hoy cualquiera puede animarse a realizar banquetas o remodelar sillones, por ejemplo. “Cada vez hay más personas interesadas en aprender la técnica para hacer sus propios muebles en casa. Se sienten muy orgullosas, valiosas, cuando se van con el trabajo artesanal que hicieron. Les gusta sacar fotos del paso a paso y subirlo a las redes sociales. En muchos casos, lo que empieza como ‘pasar un buen momento’ se convierte en un emprendimiento”, destaca.

Las mujeres son mayoría

La mayoría de los que asisten a las distintas capacitaciones para aprender técnicas “handmade” son mujeres, confirma Gustavo Calleja, coordinador de talleres que dicta el Ministerio de Desarrollo Social. No siempre empiezan viendo el “negocio”. Al principio suelen venderles lo que hacen a amigos y familiares. Después, se animan y arman una empresa.

PAN CASERO. Aprenden a hacer este alimento esencial y luego ahorran dinero en casa.

“Muchas comienzan por pasión, otras por terapia... Suelen ser madres de familia que les gustaría tener un proyecto e ir generando ingresos. Hay casos en los que gracias a esto pueden salir de su lugar de víctimas de violencia de género”, detalla.

Lo artesanal permite trabajar desde casa, sin presiones de horarios,con jornada flexible y desarrollando la creatividad, lo cual beneficia a las emprendedoras, detalla.

CARPINTERIA MDF. Cada vez más mujeres aprenden a hacer sus propios muebles.

Actualmente los talleres que más convocan alumnos, según describe, son los de serigrafía. Se trata de una técnica milenaria de impresión que hoy hace la diferencia en cuestiones de moda.

Otros espacios de capacitación que convocan mucho público son: carpintería, chocolatería y bombonería, pan casero, randas, amigurumi y corte y confección. En estos días también están enseñando a hacer mochilas para el comienzo de clases (los interesados en hacer estos y otros talleres pueden concurrir al Ingenio Cultural, ubicado en Sáenz Peña y Las Piedras).

CAJAS DE CARTÓN. Fáciles de hacer con poco dinero y fundamentales para el orden.

Según Calleja, hace falta ser habilidoso aunque no es imprescindible. Además, para realizar pequeñas series de un producto no se necesita una inversión importante.

“El valor de lo artesanal tomó mucha reelevancia en los últimos años. Hay una tendencia del consumidor a preferir lo realizado a mano antes que lo hecho en masa. El comprador busca una conexión con las culturas, los lugares y las personas... de ahí el éxito que vemos en las ferias artesanales”, consideró.

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