La felicidad en el matrimonio puede depender de los genes

El genotipo de una persona o de su pareja es responsable de un 4% de la satisfacción conyugal.

05 Mar 2019
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“El problema del matrimonio es que se acaba todas las noches después de hacer el amor, y hay que volver a reconstruirlo todas las mañanas antes del desayuno”. Así describió la relación de pareja el Nobel colombiano Gabriel García Márquez. La ciencia ahora plantea que el secreto de hallar la felicidad en el matrimonio puede estar oculta en los genes.

¿Cómo lograr un matrimonio que no sólo dure en el tiempo, sino que, además, sea feliz? Es uno de los grandes interrogantes de la vida en pareja. Según un nuevo estudio de la Universidad de Yale, Estados Unidos, la estabilidad y la felicidad puede estar influenciada por las predisposiciones genéticas de cada uno de los cónyuges.

Un grupo de investigadores de Yale evaluó a 178 parejas casadas, de entre 37 y 90 años de edad. Cada participante completó un cuestionario sobre sus sentimientos de seguridad y satisfacción matrimonial, y también proveyó muestras de saliva para análisis genético.

El estudio se centró en las parejas de mediana y avanzada edad. Esa franja, según los investigadores, se eligió porque el nivel de interdependencia en las relaciones de largo plazo tiende a ser mayor.

La satisfacción

“La investigación muestra que la forma en que nos sentimos en nuestras relaciones cercanas está influenciada por factores que van más allá de las experiencias compartidas a lo largo del tiempo”, explicó Joan Monin, profesora de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Yale y autora principal del estudio. Los científicos determinaron que los sentimientos de satisfacción en el matrimonio son mayores cuando al menos uno de los cónyuges tiene una variante genética conocida como genotipo GG en el gen receptor de la oxitocina, el gen OXTR rs53576.

Si bien la variante en el gen receptor ya había sido estudiada y vinculada con la estabilidad emocional y la empatía, el nuevo estudio sería el primero que examina su rol en la satisfacción conyugal.

La oxitocina es una hormona producida en el hipotálamo (un área pequeña del cerebro, que tiene un papel central en la modulación de comportamientos sociales y emocionales.

Elevadas concentraciones de oxitocina influyen en la formación de relaciones sociales como la vinculación afectiva de una madre con su bebé, la confianza en otras personas y el sentimiento de pertenencia.

“Un estudio reciente determinó que las personas con el genotipo GG tienen un mayor nivel de estabilidad emocional asociada a su percepción favorable de contar con apoyo social, lo que a su vez influye positivamente en su salud”, señala el estudio publicado en la revista científica “Plos One”.

Los investigadores también constataron que los cónyuges con el genotipo GG afirmaron tener menos sentimientos de “apego ansioso” en su matrimonio, lo que también beneficia la relación.

El apego ansioso -afirma el estudio- es un estilo de inseguridad en las relaciones que se desarrolla a partir de experiencias pasadas con familiares u otras parejas. Ese apego está asociado con una autoestima disminuida, alta sensibilidad al rechazo y comportamientos de búsqueda de aprobación. La ansiedad de apego está asociada a una menor satisfacción matrimonial.

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