¿Adicto a la pornografía?: Cómo saber cuándo se convierte en un problema

Los especialistas alertan que la adicción de este contenido aumenta entre los jóvenes.

22 Mar 2019
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IMÁGEN ILUSTRATIVA tomada de Diario Critico.

Los expertos aseguran que la pornografía se vive en el cerebro como cualquier otra droga: viaja a través de los ojos, las imágenes atraviesan el iris y producen una liberación de una sustancia química llamada dopamina activando el deseo y la motivación.

Cuando se consumen drogas, alcohol o pornografía, el cerebro se sobrecarga de dopamina y, al hacerlo constantemente, este se acostumbra a altas cantidades de ella.

María Contreras, psicóloga e integrante de la plataforma Dale una vuelta, explicó a medios europeos que las conexiones neuronales de quienes ven porno repetidamente se deterioran en proporción a su consumo.

¿Cómo saber cuándo se convierte en adicción?

La misma plataforma señaló ciertas señales de alerta:

1. Dejar de lado otras ocupaciones para dedicar tiempo a la pornografía online. 

2. Preferir ver porno antes que salir con amigos u otras personas. 

3. Ocultar o mentir esta conducta por vergüenza, además de gastar dinero a escondidas en chats o páginas webs online. 

4. Utilizar el porno para regular mis emociones: cuando estoy triste, solo, de bajón, aburrido o inclusive para celebrar algún éxito. 

5. Sentirse culpable después de consumir el material.  

6. Borrar constantemente el historial de los navegadores de Internet.

7. Responder la pregunta clave: ¿Soy capaz de dejar de hacerlo? 

La experta remarcó, en este sentido, que hay personas quienes lo pierden todo: “empiezan desde muy chicos y en cuanto llegan a los 30 es cuando comienzan a acudir a consulta. Tocaron fondo: su mujer los dejó, los sorprendieron en el trabajo, o simplemente se dieron cuenta que tienen un problema porque no hacen prácticamente otra cosa”.

¿Qué puede provocar esta adicción?

Actualmente acceder a la pornografía no es algo difícil debido a que existen plataformas totalmente gratuitas y sencillas de encontrar. A juicio de la psicóloga algunas de las razones que llevan a esto se basan en conseguir estima personal, seguridad, o simplemente satisfacción sexual. “También por lograr estabilidad emocional, intimar con alguien, buscar que alguien les haga caso, porque todos los amigos lo hacen”, dijo.

Según la experta, la pornografía puede inducir a prácticas sexuales de riesgo las cuales pueden llevar a una conducta sexual patológica: “Hay pacientes que tienen altos niveles de impulsividad, y es otra causa de acceso a la pornografía. Luego están los obsesivos que, por ejemplo, son incapaces de quitarse de la cabeza imágenes repetitivas de pornografía”.

¿Cuáles pueden ser las consecuencias?

A nivel individual, puede provocar déficit de habilidades sociales, problemas emocionales y de conducta. Depresión o ansiedad, prácticas como fumar o beber, así como el consumo de ciertas drogas, aislamiento social afectivo, baja autoestima o estados emocionales negativos: tristeza, frustración, vacío, aburrimiento, soledad, y tensión.

En cuanto las consecuencias en mujeres, Contreras destaca que se generan imágenes distorsionadas del cuerpo y la necesidad de cambiar la apariencia. En cuanto a los hombres, los problemas radican en excitarse con mujeres “reales”.

La plataforma Dale Una Vuelta aconseja, entre otros, limitar la exposición a Internet cuando su uso no sea necesario y activar un filtro anti porno en los dispositivos que se utilicen habitualmente, así como destruir todo el material pornográfico que tengas almacenado.

Fuente: TN.

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