Denuncian irregularidades en la construcción de un puente para una comunidad wichi

Una fundación con sede en Córdoba acusa al intendente Llaya de haber comprado material de chatarrería para el armado de la estructura. El mandatario afirma que todo se hizo de forma regular.

22 Mar 2019
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La cañada por donde pasa el puente.

El pedido de una fundación con sede en Córdoba puso en la mira una de las obras realizadas por el municipio de Embarcación.

Se trata de un puente que, según afirma el intendente Alfredo Llaya, tiene más de 30 años y fue construido por Vialidad provincial.

El deterioro del mismo a través del paso de los años y el peligro que esto constituía para la población del paraje La Medialuna, a 100 kilómetros de Embarcación, llevó a que se lo repare.

Según el testimonio de Marcela Cantero, presidenta de la Fundación Resilient, fue desde esta institución que se gestionaron fondos que finalmente enviaron desde el gobierno nacional para la reparación del puente de acceso al paraje.

Sobre esto, el jefe comunal del municipio más cercano a este paraje afirmó desconocer si esos fondos habían sido enviados por la Nación y contó que el los recibió del gobierno provincial.

El puente que desató la polémica

Pese a los arreglos, desde la fundación sostienen que con el estado actual del puente “niños y maestros ponen en peligro su vida todos los días al atravesarlo”.

Sobre el trabajo de esta institución en el lugar, Llaya indicó que “la Directora de la escuela me dijo que la fundación vino hace cuatro años, bailaron un rato con los chicos, se sacaron unas fotos y no volvieron más. Esa es la referencia que tengo de la fundación, no la conozco”.

Además agregó que “nunca han pasado por el municipio para darles una mano, trabajamos con otras fundaciones nosotros y ningún problema. Sabemos muy bien que son tantas las necesidades que a veces el municipio solo o la provincia sola no podemos resolver porque son muchas cosas”.

En contradicción con estos dichos Cantero sostuvo que desde el 2012 que la fundación tiene un trabajo activo en el lugar y que la última vez que fue ella en persona al lugar fue en diciembre del año pasado donde además se entrevistó con caciques de otras comunidades.

Preocupada por la situación de las comunidades wichi de la zona, la presidente de la fundación contó que: “los niños siguen en abandono, me piden ropa todos, necesitan una heladera a gas, tienen un montón de necesidades”.

Además, Cantero manifestó que a medida que pasan los años son más las comunidades que se suman a una red solidaria que se fue formando a raíz del trabajo de la institución. Según su testimonio también ayudan a los parajes La Corzuela y La Emboscada.

¿Qué pasó con el puente?

“Para construir el puente se envió un subsidio de $300.000 pero todo el material es usado y la fecha de la factura de compra es irregular”, indicó Cantero.

Por su parte, el intendente de Embarcación manifestó que: “las facturas están, son facturas de una empresa seria, compré los chapones y todo el material que usamos en el puente, hemos hecho acceso de entrada y salida del puente, limpiamos la cañada para que agua circule”.

Y consultado por el estado del material que compraron, el jefe comunal dijo que “es material nuevo, 20 metros de chapones nuevos. La verdad era un peligro cruzar eso, además que robaban las tablas, por eso pusimos un chapón soldado cosa que no lo puedan sacar y sea más seguro cruzar el puente”.

Cantero además indicó que se facturó el uso de una retroexcavadora que pertenecería a la provincia, y por lo tanto sería de uso público para obras de los municipios. Pero Llaya desmintió que esto fuera así: “Mandamos una retroexcavadora para que limpie la cañada más de 300 o 400 metros que es alquilada por el municipio. La provincia nada que ver, lo único que hizo la Provincia es mandarme esos $300.000 que hemos comprado el material para ponerle la chapa soldada para que no la roben y se rindió todo como corresponde”.

El jefe comunal quiso dejar claro que la máquina había sido alquilada a una empresa privada y que los fondos utilizados para el alquiler salieron de las arcas municipales.

Además minimizó el uso que se le da al puente. “Es una cañada, no es ni un río, ni un mar, ni un arroyo, que funciona solamente cuando llueve, desagota el agua y se terminó la función de la cañada hasta que vuelve a llover. Después la gente prefiere pasar por abajo nomas porque está seco”.

Desde la Fundación Resilient afirmaron que debido al estado del puente no pueden llegar las donaciones a los parajes, pero el intendente indicó que “puede pasar un camión con acoplado cargado y no va a tener ningún problema”.

Por último acusó a la fundación de “hacer un circo para que le sigan aportando fondos”.

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