Lo que dejó el Congreso de la Lengua

Atravesada por controversias lingüísticas y políticas, la máxima cita del español no pudo eludir la discusión sobre el lenguaje inclusivo. Y la denominación del idioma con 577 millones de hablantes también salió a debate: ¿español o castellano? ¿Congreso de la Lengua Española o Congreso de la Lengua Hispanoamericana?

07 Abr 2019
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Por Gabriela Mayer

PARA LA GACETA - CÓRDOBA

Las aplaudidas intervenciones de las escritoras argentinas Claudia Piñeiro y María Teresa Andruetto le dieron brillo al Congreso entre el 27 y el 30 de marzo en La Docta, que tuvo entre sus invitados estelares al Premio Nobel peruano Mario Vargas Llosa, al Cervantes nicaragüense Sergio Ramírez y al mexicano Juan Villoro.

El desacartonamiento llegó en las voces del cantautor español Joaquín Sabina, que participó en una mesa sobre poesía y diversidad cultural, y del argentino Marcos Mundstock, en un video con juegos de palabras característicos de Les Luthiers. Justamente esta banda humorístico-musical se convirtió en una de las grandes protagonistas del Festival de la Palabra, que desplegó un amplio programa cultural para acompañar al Congreso.

Rosario ya había albergado la cita sobre el idioma en 2004, de modo que por primera vez un país de la comunidad hispanohablante se repitió como sede. El lema en Córdoba fue “América y el futuro del español. Cultura y educación, tecnología y emprendimiento”.

La inauguración dejó en claro que se levantaba el telón de una edición agitada. Tras un furcio del rey Felipe VI, quien para deleite de las redes sociales se refirió al escritor “José Luis Borges”, Vargas Llosa opinó que las controversias que generó la conquista “desaparecen cuando se trata de la lengua. Nadie, creo, discute la importancia que significó para América el unir en una sola voluntad de expresión, en una sola lengua, la extraordinaria diversidad que caracterizaba a este continente”.

Y el autor de La ciudad y los perros aprovechó el escenario del impactante Teatro del Libertador General San Martín para cruzar duramente al presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, quien había reclamado una disculpa de España por los abusos durante la conquista.

Por su parte, Piñeiro señaló que, si bien el español funcionó como amalgama, “no sería honesto” soslayar que fue en el origen “la lengua del conquistador”. Villoro puso sobre la balanza que el idioma es instrumento de dominación y de liberación. “En su historia está la conquista y necesariamente la contraconquista, el discurso hegemónico impuesto de forma coercitiva y el discurso libertario surgido de la lengua”.

En su intervención, Ramírez observó que “las lenguas indígenas mezclan sus aguas con el español y en medio de la turbulencia de la historia, sangre, violencia, imposición, vasallaje, terminan enriqueciéndolo”, y recalcó que nunca hubo un pacífico “intercambio de culturas”.

Habladas en vez de hablar

Las mujeres tuvieron representación tanto en la apertura como en el cierre de la cita trienal. La catalana Carme Riera celebró ser la primera escritora en tomar la palabra en la inauguración de un Congreso de la Lengua. “Las mujeres en todas las lenguas hemos sido habladas en vez de hablar, pero eso está cambiando a marchas forzadas y de manera imparable”, alertó.

Y en la ponencia final, Andruetto lamentó que la programación no contemplara debates sobre el lenguaje inclusivo. “Claro que no sabemos qué sucederá en el largo plazo, si ese lenguaje que viene a irrumpir se estabilizará en la lengua y en tal caso de qué modo”, apuntó. “Resulta asombroso que no se haya incluido siquiera una mesa de discusión sobre algo que está moviendo los cimientos de nuestras sociedades”, dijo la autora cordobesa.

De todas maneras, las alusiones al lenguaje inclusivo se sucedieron durante el evento organizado por el Instituto Cervantes, la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española. Piñeiro advirtió que muchos de los que están en contra “argumentan desde el lugar de una supuesta superioridad, con subestimación y algo de prepotencia”.

En declaraciones a LA GACETA Literaria, el presidente de la Academia Argentina de Letras, José Luis Moure, consideró que “el hecho de que el lenguaje inclusivo apareciera espontáneamente era previsible”. Y aclaró: “Entendimos que todavía no había margen para que eso se tratase específicamente”.

Aunque el tema “tiene una presencia en la opinión pública o en los intereses del periodismo, sería probablemente bueno esperar un poco más todavía hasta ver qué está sucediendo en los demás países, cuál es el grado de aceptación que esto tiene, para poder debatirlo con un poco más de certeza y con otros números. Y no quedarnos meramente en la opinión acerca de si nos parece bien, nos parece mal y si nos gusta”, argumentó Moure.

Otra de las controversias que resonó en Córdoba radicó en la denominación de la lengua. Según Mempo Giardinelli, “por más que todos los programas de computación del mundo cambien el vocablo ‘castellano’ por ‘español’, en realidad el ‘idioma español’ nunca existió, no existe, y si su uso se generalizó fue por la sumisión al barbarismo de traducir el vocablo inglés ‘spanish’”. La autora de Las viudas de los jueves, en tanto, consideró que la cita “tal vez debería llamarse Congreso de la Lengua Hispanoamericana”.

Córdoba también tuvo su “contracongreso”, el I Encuentro Internacional: Derechos Lingüísticos como Derechos Humanos, entre el 26 y el 29 de marzo. “Consideramos que los CILE son de alguna manera un espacio muy sofisticado de penetración cultural, en los cuales sobre todo hay intereses económicos de las transnacionales españolas y que producen una reflexión sobre la lengua que da por resultado una lengua para el mercado, regulada de manera monárquica”, comentó a LA GACETA el filósofo Diego Tatián.

La iniciativa de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba buscó abrirse a “todo aquello que quedó en el margen, en el resto, que no solamente son las lenguas originarias, sino también todas las reflexiones sobre el lenguaje inclusivo, las lenguas migrantes”, puntualizó Tatián, integrante del comité organizador. Giardinelli, Villoro y Andruetto se contaron entre los escritores que asistieron a ambos encuentros.

Ecos, números y lo que viene

Y Rayuela de Julio Cortázar fue el libro que estuvo en el foco del Congreso de la Lengua, ya que la RAE, la Asociación de Academias de la Lengua Española y la Academia Argentina de Letras presentaron su edición conmemorativa, en un emotivo acto con Vargas Llosa, Ramírez y música de jazz.

Este VIII Congreso dejó cifras como 250 ponentes de 32 países y más de 5.000 inscriptos. Mientras tanto, la ciudad peruana de Arequipa ya se prepara para convertirse en capital de la lengua española en 2022, cuando posiblemente se encenderán viejas y nuevas polémicas.

© LA GACETA

Gabriela Mayer - Periodista cultural y escritora.

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