Leé lo mejor de la nota a Urtubey y Macedo en la Revista Caras

Junto a su hija de once meses, el Gobernador y la actriz fueron tapa de la Revista de esta semana.

25 Abr 2019

El gobernador de Salta Juan Manuel Urtubey (49) y su esposa, Isabel Macedo (43), brindaron esta semana una entrevista súper completa para la Revista Caras. Allí se mostraron felices y enamorados en la residencia oficial de Finca Las Costas, en San Lorenzo, a kilómetros de Salta, a la que describieron como “un paisaje soñado”.

Urtubey fue presentado como un "firme precandidato presidencial por Alternativa Federal"; la actriz como “una de las celebridades de la agencia Multitalent”; y la hija de ambos, Belita, como una “It Baby Girl”.

Durante la entrevista hablaron sobre su presente, su agenda política, la crianza de Isabel de once meses y la relación de ambos con los hijos del Gobernador Marcos (24), Lucas (21), Mateo (18) y Juana (15) —fruto de su anterior relación con Ximena Saravia Toledo—.

A continuación, algunos fragmentos de la entrevista publicada que ya se consigue en los kioscos salteños:

Mirá la sesión de fotos de Urtubey y Macedo en Finca Las Costas para la Revista Caras

JUAN MANUEL URTUBEY E ISABEL MACEDO. IMÁGENES GENTILEZA Revista Caras y Federico De Bartolo

Urtubey: ¿A Isabel le enseña Tips de cómo desenvolverse en su rol de Primera Dama de Salta?

Juan Manuel Urtubey: - (Risas). Nos divertimos mucho con eso, porque lo nuestro es la espontaneidad absoluta. Sale lo que sale, y eso es mucho mejor. Es cierto que Isabel está más limitada por expresar sus emociones en forma contundente y permanentemente, y en mi actividad impera más la diplomacia.

Isabel Macedo: - Apenas empecé a acompañar a Juan Manuel, me decían dónde pararme y qué hacer. Y les quedaba claro a todos que yo voy por donde quiero, saludo primero para un lado y no por para el otro, y después de casi tres años ya nadie me dice cómo debería actuar en un acto público (Risas).

Usted dijo sobre su esposa: “Creo que vamos a tener la Primera Dama más divertida que hayamos tenido jamás”. Y también afirmó: “Si tengo la suerte de que los argentinos confíen en nosotros, sería buenísimo tener una Primera Dama que sale a laburar, que si tiene que grabar va al canal todos los días y hace lo que siempre hizo”…

J.M.U:—Se trata de entender que estos cargos que uno tiene o deja de tener, no te dan más de lo que vos sos. Acá se suele construir un estereotipo a mi juicio muy sexista y discriminatorio. Por ejemplo, para algunos la mujer de un presidente, con toda esa cosa de pseudo protocolo, tiene que ser casi un objeto de culto y no una persona normal que tiene que ir a laburar o llevar los chicos al colegio. Lo que yo planteo respecto de Isabel es que ella es ella. Isabel Macedo es más que mi mujer, más que una Primera Dama, es ella misma. Una potencia que pasa por arriba de todo eso, por lo cual si fuera la mujer de un Presidente de la Nación, eso no le aportaría ni le quitaría nada. No tengo ninguna duda.

 I.M:—Además, creo que es la gente misma la que te quiere poner o no en un lugar, pero es una etiqueta mental de cada uno para quedarse tranquilo. Yo me casé con Juan Manuel y seguí grabando, incluso estando embarazada grababa la tira de Sandro…

¿Usted Isabel se imagina viviendo en la Quinta Presidencial de Olivos?

 I.M:—Me gusta que me guste el lugar en donde estoy, pero entiendo que esta casa donde estamos no es nuestra y sé perfectamente que acá estamos como “de prestado” (Risas). Pero sí lo siento mi hogar mientras estemos acá. Para mí, el lugar en donde está mi familia es mi casa.

 J.M.U:—Y así la estamos criando a Belita…

 I.M:—La beba se despierta todos los días en una provincia diferente…

 J.M.U:—Ella sabe que su hogar somos nosotros... Se siente en casa cuando estamos juntos.

 I.M:—Pensá que a lo mejor una noche dormimos en Neuquén, otra en Río Negro, otra en otra provincia… Es mucha movida para la beba, siendo tan chiquita, pero estar con nosotros la tiene que tranquilizar. Por eso nuestra casa es donde estemos.

 J.M.U:—Tengo este trabajo desde hace casi doce años, y es cierto que tiene una dinámica tremenda: no hay un día que sea igual que el anterior, jamás. Eso es lo apasionante. Pero es una etapa que concluye para que se inicie otra.

 ¿Cuál fue la primera palabra que dijo Belita?

 I.M:—Fue “papá”, cuando tenía solo 7 meses… Pensé que iba a decir más rápido “mamá”, pero no (Risas). Lo vio entrar un día a Juan Manuel y yo le pregunté: “¿Quién vino?”. Me miró y dijo: “Papá”... Te juro que yo “me morí” de amor y me puse a llorar. Ahora ya dice, además de “papá”, “mamá” y “hola”... Y con eso ya tiene todo lo que necesita (Risas).

 ¿Juan Manuel la ayuda con la beba?

 I.M:—Me ayuda desde el minuto  uno, y para mí fue una sorpresa. Tengo recuerdos muy claros de cuando no podía más del cansancio y él me decía: “Dámela a mí, vos dormí”. No me lo olvido más, porque yo estaba “rota”. Y con respecto a la beba, pensá que es alguien que acaba de nacer, que no sabe nada, y todo lo que va a entender del amor, de la vida, del peligro, de todo, es lo que ve en nosotros. Es un trabajo arduo, recién ahora tomo conciencia de eso. El otro día vino Juanita, la hija de Juan Manuel, la de quince años, yo estaba en el pasto con la beba y los dos gatos. A mí me gustan mil veces más los perros. Y Juanita me lo recordó, y yo le contesté que a Belita sí le gustan los gatos. Yo no quiero que Belita sea yo. O que tenga mis miedos. Yo quiero que ella sea la persona que quiera ser. Deseo darle las oportunidades de que me demuestre quién es. Esa parte me interesa, me divierte y quiero respetarla con toda mi alma. Por más que sea mucho más trabajoso, acompañar es lo más lindo del mundo. Es mucho trabajo tratar de que ella no sea yo.

Gobernador, ¿Cómo es Isabel como mamá primeriza?

 J.M.U:—Primeriza y no tanto, porque aparte de Belita, mis otros cuatro hijos la tienen a Isabel como referente. En ese sentido acompaña muchísimo, y probablemente mis hijos más grandes hablan más con ella que conmigo. Todo el mundo se abre con ella, es un don que tiene Isabel que yo no había visto nunca en mi vida. La beba ya tiene su propia personalidad y se nota claramente, pero de Isabel hereda esa cosa de expresar su felicidad, expresar sus estados de ánimo sin filtro. En una beba es algo bastante normal, pero en un adulto no tanto, y eso también es Isabel. Ella tiene su sensibilidad siempre a flor de piel.

A casi tres años de haberse casado y al concluir esta etapa política en Salta, ¿Cuál es el balance?

 J.M.U:—Seguramente, tu balance Isabel es lo feliz que sos porque realmente yo soy un tipo espléndido (Bromea).

 I.M:—¡La suerte que tuve! (Risas).

 J.M.U:—Cuando vos realizás lo que te apasiona y para lo que te formaste toda tu vida, sentís la paz de estar haciendo lo que tenés que hacer…

 I.M:— (Interrumpe). Porque vos no sos egocéntrico, porque si lo hubiera hecho yo, que tengo una personalidad que nada que ver, me hubiera encargado de que todos supieran que en doce años de gobierno, se inauguró una escuela cada veintitrés días en tu provincia. Y nadie lo sabe porque pensás que es lo que corresponde hacer… (Risas).

 J.M.U:— Los chicos que van a la escuela lo saben...

 I.M:—Sí, está bien, pero a mí me coparía que todo el mundo lo sepa. Más de 20 mil familias con casa… Yo sé que faltan un montón de cosas por hacer, pero… ¿entendés la cantidad de gente que puede ir a estudiar en el lugar en donde vive y no se tiene que ir a no sé dónde, porque no tenía como ahora, primaria, secundaria y terciario? Son lugares que uno no sabe ni cómo llevaron los materiales para construir una escuela, en medio de un cerro. ¡A ese nivel lo digo! Obvio, ¿cómo no me voy a emocionar?, me vuelvo loca del amor, del respeto y de la admiración que siento por la persona con la que estoy.

Se la nota también muy enamorada de su forma de hacer política…

 I.M:—Absolutamente, porque veo que Juan Manuel es diferente. Porque lo compruebo, porque no me lo cuentan, porque no quiero pensar que todo es la misma mierda… Porque vivo con alguien que se desvive por la gente.

 J.M.U:—Con el apoyo de Isabel, mi decisión de ser Presidente, que no es una decisión fácil, tiene que ver con trabajar para transformar la realidad de la Argentina. Porque si yo no logro hacerlo, no me interesa estar en política. No deseo estar mansamente viendo cómo estose va barranca abajo permanentemente, y cada vez estamos peor, y uno sigue haciendo de cuenta que está tocando el violín en el Titanic. No estoy dispuesto a eso. Entonces o cambiamos la realidad de verdad, o... Las consecuencias serán muchísimas, en nuestra vida privada ya lo son, pero siento que estoy preparado para lograrlo.

Urtubey, ¿por qué la gente debería votarlo para Presidente?

 J.M.U:— Creo que la Argentina necesita un cambio estructural. Tenemos que dejar atrás esta forma de hacer política donde ponemos parches para tratar de ir zafando. Hay que “parar la pelota” y hacerlo de nuevo, porque está todo mal hecho desde hace cincuenta años. Y no lo podemos realizar con un par de chicos con buenas intenciones y sin experiencia. Además, ¿lo vamos a llevar a cabo con los mismos que nos pusieron en este lugar? Somos raros a veces los argentinos. Nos está yendo bastante mal, en eso coincidimos todos. Por eso no estamos para ser conservadores. Yo me quiero animar a hacer algo nuevo. Si se puede, bárbaro; sino voy a dejarlo todo para probar.

Fuente: Gentileza Revista Caras. Nota de Fabián Cataldo e imágenes de Federico De Bartolo

JUAN MANUEL URTUBEY E ISABEL MACEDO. IMÁGENES GENTILEZA Revista Caras y Federico De Bartolo

Comentarios