Jubilados policías y penitenciarios reclaman el pago de aumentos atrasados

Trabajadores jubilados de la Policía de la provincia y del Servicio Penitenciario exigen el pago de los aumentos en sus haberes que desde el año pasado llega con ocho meses de atraso.

La inflación y el aumento en los productos de la canasta básica afecta de forma notable la economía familiar de los jubilados y este atraso en el pago de los aumentos representa una disminución en su poder adquisitivo.

“La mayoría de los retirados y pensionados tienen familiares a cargo, hijos nietos y lamentablemente la situación que vive el país y la negligencia de no pagarnos los aumentos en tiempo y forma empeora nuestra situación”, indicó Julio Ángel Cardozo, sub comisario retirado de la policía de Salta, a LA GACETA.

El policía retirado explicó que si bien “se paga con retroactivo cuando recibimos este aumento está desvalorizado entre un 46 y un 50% con el retroactivo”.

Por otro lado, dejó claro que están conformes con los aumentos y no piden mayores incrementos sino que “lo único que lamentamos es que en la provincia haya un gobernador con ambiciones presidenciales que está rodeado de algunos ministros incompetentes. No se preocuparon en nada por nuestra situación, un decreto de aumento salarial de diciembre demoró cuatro meses, recién salió en abril”.

Esta situación ya vienes desde el año pasado. “Nosotros percibimos con el mensual de marzo un incremento de julio del año pasado, tenemos pendiente para recibir un retroactivo desde diciembre del año pasado. El ministro nos acaba de anunciar (por ayer) que recién nos van a hacer efectivo en el mes de julio, al mes de julio ya son 8 meses”, explicó Cardozo.

Además agregó que “los autoconvocados le hicimos un pedido al ministro de seguridad que para compensar el desfasaje de nuestro aumento salarial nos compensen en el mes de junio. Estamos en estado de alerta y movilización permanente y si no recibimos respuesta hasta hoy, si no nos reciben en el Gran Bourg, el gobernador o alguna autoridad, iniciamos una huelga de hambre hasta las últimas consecuencias”.

Por otro lado, el trabajador jubilado contó que son entre 9.000 y 11.000 los policías y penitenciarios retirados que están en esta situación y respecto al reclamo manifestó que “hemos sido respetuosos, no cortamos calles, no interferimos en el tránsito. Esperamos que se nos respete el reclamo porque nosotros no faltamos el respeto a nadie”.

Referentes de Jubilados de la Policía y del Servicio Penitenciario autoconvocados. Foto LA GACETA

Miriam Beatriz Díaz es comisario retirada de la Policía y expresó: “le pedimos al gobierno que se fije en nuestra necesidad en lo que venimos pidiendo, que entiendan que no tenemos sindicatos ni gremios a través de los cuales podamos hacer pedidos al gobierno si o si tenemos que hacerlo personalmente agrupados”.

Sobre las sensaciones que deja este atraso en el pago de los aumentos, Díaz indicó que sienten “vergüenza porque a esta edad y haber cumplido con nuestro servicio tenemos que hacer estas manifestaciones y tratar de que nos escuchen”.

Por su parte Cardozo manifestó: “sentimos desazón, pena, angustia, desolación, porque nosotros cuando estuvimos en actividad dejamos la vida por cumplir con nuestra función. Todavía no podemos tener la dignidad que como trabajadores nosotros dejamos por la institución. Tenemos sufrimiento, desazón, hay soberbia e incapacidad de ciertos funcionarios”.