Accidentes y problemas de salud en los vecinos por el lamentable estado de una calle

En los barrios Intersindical y Los Molles se cambió el recorrido de un colectivo que ya había destruido una calle. Ahora el polvo en el aire causa inconvenientes a los habitantes de la zona.

11 May 2019
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Foto Iván Rodriguez. LA GACETA

El reclamo de los vecinos de barrio Intersindical lleva ya varios años y aún no encuentra solución.

El estado de las calles que rodean a una manzana trae todo tipo de inconvenientes a quienes viven en la zona: desde accidentes de tránsito hasta enfermedades, sin dejar de lado que en una de las cuadras afectadas viven familias con hijos discapacitados.

Una de las cuadras afectadas es Río Negro al 3100, por donde antes pasaba el corredor 8C y que cambió de recorrido luego de dejar destruida la calzada. Lo que empeoró aún más la situación es un arreglo reciente de Aguas del Norte que sumó varios pozos en esta zona del barrio.

El polvo que levanta el colectivo a su paso

Tulio Suárez vive en la cuadra hace 12 años y junto a varios vecinos presentaron notas en la Municipalidad, en SAETA S.A. y en la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMT), pero no ha recibido respuestas de ningún tipo contó.

Lo que piden los vecinos es asfalto para las calles El Mundo y Diario Paraná, por donde ahora pasa el colectivo. Debido a que estas arterias del barrio son de tierra, los vecinos no solo tienen que vivir encerrados sino que a algunos de ellos les ha traído problemas de salud.

Este es el caso de Ester Rossi, quien vive en el barrio hace más de diez años. Según el testimonio de la mujer el médico le diagnosticó una alergia como producto de la cantidad de tierra que se le adhiere a la piel.

Elsa Vera vive sobre calle Diario Paraná y la parte exterior de su casa tiene adherido polvillo todo el tiempo. “No podemos ni sacar la ropa para que se seque”, contó.

La calle Río Negro al 3100. Foto Iván Rodriguez. LA GACETA

Vera vive hace diez años en el barrio y tiene una hija de once años, la cual debe ser sometida a una operación de ojos que no puede realizarse por las dificultades que tendría el post operatorio en un lugar con tanto polvo en suspensión en el aire.

Un caso similar es el de Tulio, cuyo hijo de 16 años padece asma crónica y la cantidad de tierra que levanta el paso del colectivo a pocos metros de su casa afecta su salud.

Debido a la falta de respuestas, los propios vecinos trataron de tapar algunos pozos con ripio pero la solución es solamente para unos días, ya que el arreglo es muy precario.

Ester afirma que el polvillo le ocasionó problemas en la piel.

“Pedimos que si no nos van a asfaltar aunque sea nos manden un camión que riegue la cuadra para que no se levante el polvillo”, admitió el vecino. “No  se puede ni respirar acá, es polvo, talco”, agregó Vera.

Arnaldo Monges también vive en la calle Río Negro e indignado expresó: “uno paga todos los impuestos y no hacen nada. El intendente no puede con la ciudad y quiere ser gobernador”.

Por su parte, Suárez añadió: “sentimos que no somos parte de la ciudad. En la esquina hay accidentes continuos, derrapes debido al estado de las calles”.

Tulio observa el desastre que dejaron en su cuadra. Foto Iván Rodriguez. LA GACETA

Como si esto fuera poco, en la esquina de Diario Paraná y El Mundo hay un enorme pozo que quedó al descubierto porque es una alcantarilla cuya tapa desapareció hace aproximadamente un mes.

El arreglo que realizaron allí es mínimamente vergonzoso. Según los vecinos desde Aguas del Norte pusieron una rueda de caucho y unos palos alrededor para evitar que las personas pasen por allí, luego de que se reportara un accidente que tuvo a una niña del barrio como víctima.

“Estamos abandonados”, concluyen los vecinos.

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