Marifé Boix García: “No se ha disparado la venta del libro digital"

La vicepresidenta de la Feria del Libro de Fráncfort, la más relevante del mundo, afirma que el soporte papel resiste mejor de lo que muchos creen. Lo que cambia más rápido, según ella, es la distribución. Las librerías, apunta, siguen siendo el principal punto de venta, pero “tienen que convertirse en un espacio social”. De visita en la Feria del Libro de Buenos Aires, sostiene que en la feria “la crisis no se ve”.

12 May 2019
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> ENTREVISTA A MARIFÉ BOIX GARCÍA

Por Gabriela Mayer

PARA LA GACETA - BUENOS AIRES

La española Boix García celebra que, pese a la crisis, el público mantenga su interés en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Y destaca la tradición de editores de calidad y la participación creciente de sellos independientes en La Rural.

Sobre el éxito de la principal cita editorial del mundo en Alemania explica: “Intentamos innovarnos continuamente, sino dejaríamos de existir”. La apuesta es a “un espacio que tiene más que ver con innovación de todas las industrias creativas y culturales. Porque tenemos que pensar cada vez más en el contenido y en su diversificación y no solo en el libro”.

En el marco de la cita porteña, la experta impulsó CONTEC Argentina, encuentro organizado por la Feria de Fráncfort para intercambiar experiencias entre profesionales de la edición y otras industrias culturales a fines de abril. Las conferencias CONTEC se iniciaron en 2012 en Brasil y desde entonces se fueron desarrollando en diversas ciudades latinoamericanas.

- ¿Cómo ve la situación del libro en papel frente al e-book?

- El libro en papel está en una posición consolidada. Lógicamente que toda la digitalización ha cambiado procesos a nivel de producción y de publicación. Lo que estamos viendo en los últimos años es que hay crecimientos relativamente normales, o sea no exagerados, en las ventas de e-books. Lo que es un gran problema en Argentina, en toda América Latina y en otros países también es el tema de distribución. Ahí sí que hay una posibilidad en lo digital, porque se puede llegar más fácilmente a un lector: la distribución digital a través de plataformas online provee al lector con el libro en el lugar donde lo necesita.

- ¿Cómo deben adaptarse las librerías a esta realidad?

- Las librerías, igual que las editoriales, tienen que cambiar sus procesos y modernizarse. Tienen que convertirse en un espacio social al que a la gente le guste ir. Sino los jóvenes lectores que no han crecido con las librerías no las van a descubrir como lugar de encuentro. Las librerías siguen siendo el canal más importante de venta. Pero no vamos a negar que hay plataformas muy importantes y mucha gente por comodidad pide a través de ellas los libros físicos y ya no los digitales. Pero todo lo que en las plataformas acontece a través de ciertos algoritmos que te sugieren un libro es automatizado. Ese trabajo en una librería lo tiene que hacer un librero, que debe conocer a sus clientes. Cuando el librero te dice “tengo este libro para ti, seguro que te va a gustar” te fías de él, de lo que ya te recomendó antes, y vas a volver a ese sitio.

- ¿Qué opina de la Feria de Buenos Aires?

- A mí esta feria me gusta mucho. Lo que encuentro todos los años muy llamativo es lo que está aconteciendo sobre todo a nivel de las editoriales independientes o de los editores pequeños. Hay cantidad de stands colectivos que van aumentando, que van aumentando los sellos, eso me parece espectacular. No hay que olvidar que por motivos de dictadura en España muchas de las traducciones de intelectuales de todo el mundo se han hecho primero en Buenos Aires y no en Barcelona ni en Madrid. Creo que esa tradición sigue existiendo, se siguen viendo los editores de calidad. A pesar de la situación económica difícil, diría que en la feria no se ve. En especial hablando sobre el stand de Alemania puedo asegurar que, en comparación con otras ferias que he asistido de América Latina, aquí en Argentina ante la mayor crisis la gente se interesa por los libros igual. Aunque no puedan comprar los derechos ni puedan realmente comprar esos libros, vienen, los consultan y se desviven por tener esa información. Cada feria es diferente y todas las ferias tienen su razón de ser. A veces he pensado que es un poco loco en esta ciudad con tantas librerías tener una feria que dura tantos días en definitiva para vender, cuando la gente puede comprar también en la librería de la esquina. Pero he aprendido después de muchos años que la gente que viene a comprar a la feria no es la misma que la que va a las librerías.

- Tras haber sido invitada de honor en 2010, ¿qué visibilidad tiene la literatura argentina en Alemania?

- Argentina es un ejemplo en esto: cuando se trabajó en el invitado de honor, se creó el Programa Sur que apoya la traducción de obras argentinas a distintas lenguas. Y a pesar de los cambios políticos es un programa que se sigue manteniendo y me parece realmente extraordinario. Ahora mismo se está preparando España, que será invitada de honor en 2021, y los he puesto en contacto con la gente del Programa Sur.

Además los nombres argentinos gozan de interés en el exterior y afortunadamente todos los años Argentina ha mantenido esa continuidad, llevando tres, cuatro o cinco escritores a Fráncfort. Me encantaría que el Gobierno de la Nación, de la ciudad o gobiernos provinciales apoyaran que viajen a la feria más editores que no pueden hacerlo por su cuenta. Soy muy consciente de que la situación está complicada, pero nos encantaría tener más presencia latina.

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