Caso Cintia Fernández: en un clima de extrema tensión, el acusado dio su versión del hecho

 “Yo no maté a Cintia y no tengo nada que ver con su muerte”, dijo Federico Condorí, el acusado del asesinato de Cintia Fernández. Antes de que el hombre tomara la palabra, la madre de la víctima, Ana Fernández, se tuvo que retirar del recinto.

Los jueces también tomaron medidas de seguridad especial, teniendo en cuenta que la madre de Cintia había prometido, días atrás: “Si no hay justicia por mi hija, la haré por mano propia”. Por eso hoy no se pudo ingresar con mochila al recinto y se dispuso de un detector de metales en la puerta.

Condorí también sostuvo que él vivió estos ocho años como una pesadilla y expresó que hubo un hostigamiento judicial y policial en su contra.

Condorí asimismo declaró que él decidió concluir la relación porque ella (por Cintia) estaba mal y se vinculaba a la actitud de su madre.

Antes de pedir consigna policial para su familia, el acusado volvió a referirse a este tema, ante una pregunta del tribunal de por qué se habían separado. Condorí respondió que la quería mucho pero que se separaron porque ya no podía contenerla.

“Cuando llegue al departamento no pude ingresar y los días previos solo nos contactamos por teléfono”, dijo. Aseguró, por otra parte, que no tenía llaves y que vio por última vez a Cintia el 18 de abril (según la autopsia Cintia habría fallecido el 28 de abril de 2011; el cuerpo fue hallado el 3 de mayo).

Entretelones

En los pasillos de la Ciudad Judicial se habla de un caso complejo. No es un caso más: es un femicidio que abrió grietas en la Justicia de Salta y no sólo porque la madre de la víctima se convirtió en un pilar de la lucha contra la impunidad en Salta. El acusado era policía en el momento del asesinato y los problemas en la investigación generaron muchas suspicacias.

De esas suspicacias habló el abogado de la familia Fernández, Pedro García Castiella. El letrado criticó los desaciertos policiales en la investigación, que hicieron perder los primeros seis meses de pesquisas, siguiendo pruebas absurdas. Dijo que incluso se perdió tiempo investigando a Ana Fernández. “La investigación incorporó elementos que encaminaron la investigación hacia cualquier lado, por eso el juez cambió el equipo de investigación”, dijo en Fm Pacífico.

“Todas las pruebas científicas que se puedan presentar para mí son relativas. Porque partimos de una escena del hecho mal preservada, sería ilógico que Condorí se apoye en eso para apoyar su defensa”, remarcó y concluyó que la policía y los investigadores protegieron a Condorí.

Esto genera las siguientes preguntas: ¿Si esas supuestas pruebas no sirven para absolver a Condorí, sí sirven para condenarlo? Otra duda: ¿Hay pruebas suficientes sobre el mal accionar de la policía? ¿Es demasiado evidente que ese mal accionar no fue sólo por mal accionar, sino totalmente adrede? Estas preguntas se resolverán con el paso de los días. Se espera que el 30 de mayo recién se dicte sentencia.

Por el Ministerio Público interviene Ramiro Ramos Ossorio. La defensa del imputado estará en manos de Gustavo Adolfo Luna y Hugo Eckhardt. La actoría civil y querellante estará a cargo de Pedro García Castiella y Pablo del Pino.

Mañana a primera hora declarará Ana Fernández, madre de Cintia.

Datos de la muerte

Si bien dos de las hipótesis a las que se dedicó la policía de Salta eran suicidio, la otra era “asfixia autoerótica”.

Ambas hipótesis terminaron siendo descartadas, por datos que parecen obvios (aunque en su momento, no lo fueron tanto): Cintia murió por asfixia por sofocación. El informe médico estableció que la víctima presentaba traumatismo de cráneo con hemorragia intracreaneana. Además presentaba otras lesiones compatibles con golpes.