Caso Cintia Fernández: una vecina de la víctima reveló datos escalofriantes

La testigo dijo que escuchó la moto de Condorí días previos al hallazgo del cuerpo de la joven asesinada.

23 May 2019
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En una nueva jornada del juicio seguido contra el ex policía Mario Federico Condorí, acusado por el delito de homicidio en perjuicio de Cintia Fernández, declararon peritos y vecinos. Una de las testigos, que vivía en el mismo block del departamento de la víctima al momento del hecho, reveló datos comprometedores.

La vecina señaló que conocía al imputado porque lo cruzó varias veces en el palier del edificio, cuando iba a visitar a Cintia. Sabía que concurría a verla a ella porque los había visto juntos en el interior del departamento, a través de la ventana, realizando tareas de refacción y pintura. 

Dijo que Condorí llegaba en una moto grande que hacía un ruido particular porque era más potente que el de las motocicletas que solían frecuentar el block; la estacionaba en el palier y ella advertía su llegada por el ruido de la moto. Manifestó que lo tenía en cuenta porque su hijo le tenía miedo a ese estruendo.

La testigo relató que la última vez que vio a Condorí en el edificio fue el 26 de abril de 2011 al anochecer, cuando ella arribaba al lugar junto a su hija y a su madre. Contó que el imputado le pidió que no le cerrara la puerta del palier porque él iba a entrar, y ella lo dejó pasar porque sabía que frecuentaba a Cintia.

Días previos a la muerte

Luego aseguró que escuchó el sonido de la moto del imputado el 27 y 28 de mayo de 2011. Este último día, alrededor de las 22. Cabe recordar que las pericias determinaron que Cintia habría fallecido el 28 de abril de 2011, pero el cuerpo recién fue hallado el 3 de mayo.

Además, la vecina señaló que el 29 de abril de aquel año comenzó a sentirse un olor nauseabundo en el edificio, que se fue intensificando con los días. Al principio ella pensó que era olor a gas. Añadió además que el 1 de mayo, en horas de la madrugada, su marido percibió un fuerte olor a sahumerio en el lugar.

Testimonio del perito en criminalística

Entre los peritos que declararon durante la mañana estuvo Héctor Rolando Barboza, licenciado en Criminalística del CIF. Tuvo a su cargo la inspección del lugar del hecho. El testigo precisó que en 2011 se desempeñaba en el Departamento de Criminalística de la Policía.

Barboza hizo referencia, entre otros elementos, a un juego de llaves encontrado en la mesa del comedor; un recipiente con ropa en remojo encontrado en la cocina; un cesto de basura con dos paquetes de cigarrillos vacíos y colillas; dos almohadones con manchas de líquido putrílago encontrados en el suelo, distanciados de la víctima; manchas oscuras en una campera encontrada también en el suelo; una franela mojada en la bañera; manchas de contacto en la parte lateral de la sábana colocada sobre el sommier donde estaba el cuerpo, y que por su ubicación no pudieron haber estado en contacto con él. 

El perito remarcó que la bolsa colocada sobre la cabeza de la víctima no tenía rotura y que la cinta estaba enrollada prolijamente en el cuello. Consideró que la víctima debió estar disminuida o ubicada de una manera que el imposibilitaba usar las manos para romper la bolsa o la cinta, que era de papel.

Contó que cuando llegaron al lugar del hecho, el 3 de mayo alrededor de las 22.20, le hablaron de un supuesto suicidio, pero cuando empezó a hacer la inspección ocular constató que no había elementos compatibles con esa hipótesis.

Además, remarcó, en el lugar había objetos que habían estado en contacto con el cuerpo y que se encontraban retirados (sábanas y almohadones con manchas de líquido putrílago, rollo de cinta de papel alejado de la cama).

Por último, el perito indicó que tampoco vio nada compatible con una práctica sexual riesgosa.

El informe médico estableció que la víctima presentaba traumatismo de cráneo con hemorragia intracreaneana y falleció por asfixia por sofocación. Además presentaba otras lesiones compatibles con golpes.

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