Willy Crook: “Había olvidado que era músico, pero me puse las pilas”

El saxofonista regresa con los Funky Torinos y las canciones de su álbum “Lotofagi”. Un libro con anécdotas de músicos y del under.

19 Jun 2019
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UNA LEYENDA DEL FUNK. De saxofonista de Los Redondos, Crook pasó a elaborar sus composiciones.

EL REGRESO

“Si no volví antes a los escenarios es porque no tenía nada que decir. No es necesario estar por estar”, responde rápido Willy Crook ante una pregunta de LA GACETA. Un interrogante que, por el tono que emplea, ya le han realizado en muchas entrevistas.

Una de las grandes figuras del funk y del rock regresa con su grupo completo, con los seis Funky Torinos que supo crear; aclara que en esta etapa reforzó las voces en lugar de los vientos. “Me puse las pilas después de un período en la que me olvidé de que era músico, y ahora retorné, pero sin resentimiento alguno. Vuelvo con todo como en el Parakultural”, le cuenta a LA GACETA durante una entrevista telefónica, al evocar el mítico espacio artístico de los 80. Es que esa década fue de mucha intensidad muy intensos; de Cemento, Café Einstein y el Parakultural con recorridos sin escalas, escribió en un libro de “memorables anécdotas” que se transformó en el retrato del under porteño.

El músico no recuerda cuando visitó esta ciudad por última vez, pero aquí tocó en distintas oportunidades y en diferentes escenarios. Mañana lo hará en el teatro municipal Rosita Ávila. Lo cierto es que tiene una gran legión de fanáticos, que arden cuando Crook se contonea con su saxo y canta con su particular voz, la que para muchos es seductora y atrapante sobre todo cuando arrastra las palabras.

Willy vuelve al norte Argentino, presentando un show renovado, con su banda en escena , la cita en Salta será este 19 de Junio en el Teatrino, a las 22hs.

Memoria

Crook y su banda no vienen solos: traen su nuevo disco “Lotofagi”, con sus nuevas canciones. ¿Y qué es eso? “Viene de lotofagia, lo que afectó a Ulises por el consumo de la flor de loto que provoca la amnesia y se fue olvidando de todo; tiene que ver con mi edad y con que voy perdiendo la memoria y olvidándome de todo”, comenta, inspirado en la mitología griega y la ingesta de esa planta. “Voy a seguir en el rock hasta los 200 años o hasta la muerte”, desafía a lo que llegue primero.

En su trayectoria, pasó por una decena de bandas, entre otras, Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota y Los Abuelos de la Nada. Luego vino el auge, la caída y el renacimiento de su carrera solista (en 1995 sacó su primer álbum solo, titulado “Big Bombo Mamma”). Sorprendió hace un par de años con su libro en el que cuenta numerosas anécdotas, y pasó de ser saxofonista a componer: “entonces escucho la música integralmente. Estoy más ocupado de los sonidos, y eso no me pide que haya saxofón en todos los temas. Toco la guitarra y el bajo también”, precisa.

- Durante un tiempo desapareciste de la música.

- Sí, es un hecho, pasaron años. Casi me olvidé que era músico, andaba entre Villa Gessel y otros lugares por esa zona, pero aquí estoy y sin resentimientos. No se preocupen, esto está por empezar. Cuando quise volver estaba todo bien. Fue una etapa rústica, digamos, que por suerte quedó atrás, la pasé en otros lugares. Y digo que esto está por empezar, porque es como me lo han dicho las damas, que soy inmaduro. Es verdad.

- Entre tantas bandas de rock, el funk parece haber prendido en vos nomás...

- Bueno, pero no es una rama diferente del rock, es como un primo canchero, un primo cretino del rock, está cuando hay joda nada más. Vos fijate en el tema “Miss You” de los Rolling Stones: es funcky y lo de ellos es rock. Pero como dice el maestro Botafogo, todo viene del blues, inexorablemente.

- Música de ciudad, pero el blues no tanto...

- El funk es de muy de ciudad, eso es verdad y el blues está muy identificado con las plantaciones en el sur de Estados Unidos... Pero no es exclusivamente rural.

- Así como Manal era el cemento de Buenos Aires y Almendra, lo rural...

- Manal es mi banda favorita, tuve el honor de tocar con Javier Martínez. Tengo sus discos entre James Brown y ACDC, entre Led Zeppellin y Pink Floyd. Davie Bowie también, por supuesto. Pero hay muchos que siguen sin entender que la electrónica no es el futuro.

- Hace unas semanas Marilina Bertolti ganó el premio Gardel. Se nota que hay un gran avance femenino en la música. ¿Cómo lo ves?

- Muchas cosas están cambiando, cuando la guitarra eléctrica se creó, hubo todo una reacción, igual que con la electrónica. Pero son herramientas. Aretha Franklin componía sus temas y era excepcional, digamos que era casi única. Para mí da igual el sexo si lo que resulta es buena música.

- En tu ausencia de los escenarios publicaste un libro con mucha data de todo lo que te rodeó tantos años...

- Soy joven hace mucho tiempo, pero dosifico mi juventud. Es que la mente es como el paracaídas, sino la abrís te caes y te hacés mierda. Y la memoria es una aplicación no actualizable. Adulto no voy a ser jamás porque me lo dijeron muchas señoritas que me acompañaron. Con tantos personajes e historias en el libro, hay gente que merece varios tomos.

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