Cómo se debe respirar para mejorar el sexo

> SEXUALMENTE HABLANDO

INÉS PÁEZ DE LA TORRE

Psicóloga

La respiración, ese proceso involuntario y constante que nos permite estar vivos, no es algo de lo que seamos demasiado concientes. Salvo circunstancias especiales, inhalamos y exhalamos automáticamente, sin registrar la manera en que lo hacemos. Algunas prácticas, como la meditación, nos enseñan a seguir esa entrada y salida de aire en nuestro organismo: un método sencillo y eficaz para volver al presente. Y, por añadidura, aquietar nuestra convulsionada mente.

Otras actividades -salir a correr, hacer yoga, cantar o tocar un instrumento de viento- también requieren de “aprender” a respirar en forma adecuada para mejorar el rendimiento y administrar nuestras energías. Y es que saber cómo respirar en determinadas circunstancias –como por ejemplo, durante las relaciones sexuales- puede reportarnos múltiples beneficios. Por algo el conocimiento práctico de esta función –su experiencia- es una de las grandes herramientas para practicar el sexo tántrico.

Regular el ritmo

Cuando comienza la sesión erótica –es decir, durante los mal llamados “juegos previos”- la respiración más conveniente es la profunda y pausada, que llene nuestros pulmones por completo y suelte el aire lentamente. Es ni más ni menos que la llave para enfocarnos en lo que está ocurriendo, dejar la mente a un lado y centrarnos en las sensaciones que empiezan a recorrer nuestro cuerpo. De hecho, este modo de respirar es al que espontáneamente tenderemos, siempre que no estemos, por algún motivo, tensos, nerviosos, demasiado expectantes.

Cuando la excitación va en aumento y, en especial, para facilitar el orgasmo, lo recomendable es aumentar el ritmo: respiraciones rápidas y superficiales. Es también a lo que el cuerpo se inclina en esta fase, pero que podemos acompañar deliberadamente. Una conducta que amplifica e intensifica el placer (y que además puede servir de ayuda cuando hay dificultades para alcanzar el clímax).

Para los que tienden a la eyaculación rápida, lo mejor es que, aunque se sientan muy excitados, regulen la respiración manteniéndola en un nivel lento y profundo, sin apurarse en estimular los “jadeos”, para así postergar lo más posible ese punto de no-retorno.

La llamada “respiración al unísono”, esto es, la coordinación acompasada en las inhalaciones y exhalaciones de los amantes durante la relación sexual (siempre que no se plantee como trabajo o exigencia), puede ser algo interesante para explorar, en la medida que favorezca una mayor conexión con el otro y con el placer.