Un paciente salteño con Parkinson “volvió a nacer” luego de una cirugía

La intervención de neuroestimulación se realizó en Salta por primera vez. Antes, los pacientes debían viajar a Buenos Aires o Tucumán.

03 Jul 2019
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EL EQUIPO MÉDICO DE SANATORIO ALTOS DE SALTA

El 3 de abril se realizó por primera vez en Salta una cirugía de colocación de un estimulador cerebral profundo a un paciente salteño de 57 años con Parkinson. Este tratamiento novedoso, se presenta como una alternativa para los casos en que los fármacos no logran mejorar la calidad de vida de quienes padecen la enfermedad.

El parkinson es una enfermedad que se caracteriza por la pérdida progresiva de neuronas de un núcleo cerebral llamado sustancia nigra, lo que provoca fundamentalmente temblores, rigidez, lentitud en los movimientos y problemas de equilibrio, evolucionando finalmente en demencia. Se estima que hasta un 3% de la población mayor de 65 años sufre la enfermedad.

“Es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente, luego del Alzheimer. Lamentablemente no tiene tratamiento curativo pero, con tratamientos y ahora con cirugía se pueden manejar los síntomas”, explicó a LA GACETA la neuróloga Carolina Villa.

“La cirugía es compleja y no todos los pacientes son candidatos, la selección es cuidadosa para evitar efectos adversos. Aproximadamente el 20% de quienes padecen la enfermedad pueden realizarse esta cirugía que los ayuda a paliar los síntomas de la enfermedad”, agregó Villa.  

“Antes no podía decir qué iba a hacer en las próximas dos horas porque no sabía cómo iba a estar”

JOSÉ FRANZONE BRINDÓ SU TESTIMONIO EN UN VIDEO. IMAGEN LA GACETA

José Franzone es el salteño que relató su experiencia, antes y luego de ser operado: “a medida que avanzaba la enfermedad me limitaba la independencia y lentitud de movimiento, era torpe tenía muchos temblores pero la enfermedad es mucho más que eso. La dificultad para hacer cosas se hace mayor con el avance, desde hacerse un té hasta utilizar los cubiertos, ducharse, trasladarse, escribir. Llega un momento en que uno no puede hacer nada”, explicó Franzone. Según la neuróloga, la medicación que tomaba el paciente, le daba un margen de media hora para realizar esas actividades.

 “A partir de la cirugía la mejora es drástica, lo que no podía hacer lo puedo hacer de manera normal: escribir, caminar, vivir por mi cuenta. Hoy tengo la autonomía que estaba perdida y puedo planificar. Antes no podía decir qué iba a hacer en las próximas dos horas porque no sabía cómo iba a estar. La cirugía atenúa en una gran medida los síntomas, al punto en que la diferencia es poder realizar o no las actividades cotidianas. Es mucha la diferencia, es volver a nacer”, aseguró el paciente.

El equipo que trabajó en el Sanatorio Altos de Salta, estuvo integrado por los neurocirujanos Juan Ryan y Ernesto Sierre; la neuróloga Carolina Villa; y el anestesiólogo Darío Terrades; que contaron con la asistencia técnica del presidente de la Fundación CENIT, el neurocirujano Fabián Piedimonte. También participaron Juan Pablo Travi (Neurofisiólogo), Matías Nayar (especialista en Neuromodulación de Abbott) y Claudio Lingeri (gerente de línea de Corpomédica).

Si bien el principal tratamiento para los pacientes con Parkinson es farmacológico, y actualmente existen diferentes drogas para realizarlo, un número considerable de personas no logra una calidad de vida aceptable con esta alternativa. En esos casos, la cirugía representa una alternativa que, aunque no logra la cura de la enfermedad, brinda un control sintomático extra a la medicación, garantizando una mejoría significativa en la calidad de vida.

Lamentablemente el Parkinson no tiene tratamiento curativo pero, con tratamientos y ahora con cirugía se pueden manejar los síntomas.

Cabe destacar que no todos los pacientes que la padecen son aptos para este tipo de procedimiento. Por lo general, se realiza en casos de enfermedad de Parkinson idiopática (no adquirida a partir de otras causas, por ejemplo, un ACV isquémico), con dificultades motoras severas, con inestabilidad postural a pesar de los fármacos, que conservan cierta respuesta a la medicación dopaminérgica y que todavía no presentan demencia o alteraciones psiquiátricas. También, puede utilizarse en personas con reacciones adversas que impiden un adecuado tratamiento farmacológico. Para determinar si el procedimiento es indicado para un paciente, se realiza una evaluación interdisciplinaria entre neurológos, neurocirujanos y neuropsicólogos.

En cuanto a los resultados, se observa que el beneficio es mayor en pacientes jóvenes que en los mayores de 70 años, informaron los médicos.

"La cirugía es larga, dura varias horas y en un momento se le pide al paciente que colabore", dijo el doctor Ryan. 

Cómo es el procedimiento realizado

En Salta se realizó por primera vez porque actualmente se puede contar con la tecnología y los profesionales médicos formados para realizar este tipo de intervenciones. Antes, los pacientes eran derivados a Buenos Aires en donde estas intervenciones se realizan desde hace 10 años, aproximadamente, pero los controles son periódicos y es muy complicado.

Existen dos tipos de procedimientos quirúrgicos: los procedimientos ablativos, que lesionan definitivamente un grupo específico de neuronas cerebrales, y procedimientos de neuromodulación, que mediante una estimulación eléctrica de esas neuronas, inhiben su funcionamiento. Estos últimos, constituyen hoy el principal tratamiento quirúrgico aplicado a los pacientes con enfermedad de Parkinson alrededor del mundo. Es que presentan una serie de ventajas por sobre los primeros: la terapia es reversible y permite realizar ciertos ajustes sobre el área cerebral afectada. Además, puede realizarse sobre ambos hemisferios cerebrales, ya que poseen menos posibilidades de generar dificultades cognitivas que con lesiones ablativas bilaterales.

Durante la cirugía de colocación de electrodos cerebrales profundos para neuroestimulación, el equipo médico localiza espacialmente el grupo de neuronas donde se realizará el tratamiento (núcleo subtalámico, globo pálido interno o núcleo ventral intermedio medial del tálamo), a través de la colocación de un marco de estereotaxia en la cabeza del paciente y la realización de una tomografía cerebral. Ésta, se fusiona posteriormente con una resonancia magnética y, mediante un software específico, se calculan las coordenadas del blanco en relación al centro del marco. Luego, se debe corroborar la correcta ubicación del electrodo mediante un mapeo electrofisiológico. Por último, un vez fijados los mismos al cráneo del paciente, se conectan al equipo neuromodulador que lleva la batería generadora y que permite ajustar diferentes parámetros de estimulación (amplitud, frecuencia, ancho de pulso), explicó el neurocirujano Juan Ryan.

Al momento de realizar el mapeo neurofisiológico, el bioingeniero y el neurólogo analizan por un lado los patrones de descarga característicos de los diferentes grupos de neuronas por los que va pasando el electrodo hasta llegar a su objetivo, y por el otro la respuesta que se obtiene al estimular dicho objetivo. En esta parte de la cirugía se requiere que el paciente despierte y colabore con la examinación, permitiendo objetivar directamente la respuesta de los síntomas motrices al tratamiento y la posible reacción adversa por la posibilidad de estimular neuronas que no se deseaba intervenir. Esto permite corregir ligeramente la ubicación final del electrodo y obtener mejores resultados.

En cuanto a la recuperación, el paciente suele ser dado de alta a las 48 o 72 horas de la cirugía. Luego, se realizan controles periódicos en los que se regulan los parámetros del estimulador.

Acerca de Altos de Salta

Inaugurado en 2017 por Swiss Medical Group, el Sanatorio Altos de Salta, cuenta con la más alta tecnología de punta en todos sus servicios médicos y con los últimos adelantos en conectividad e informática. Posee una superficie de 11500m2, con capacidad para 120 camas, que incluyen la internación general (con habitaciones individuales en suite), pediatría y terapias intensivas. A esto se suman unCentro Quirúrgico, un Centro Obstétrico y su área de internación, y el sector de Neonatología.

Además de estos servicios, está integrado por Consultorios Externos, un Centro de Imágenes, Laboratorio, Hemoterapia, un acceso independiente para emergencias con Consultorios de guardia y Shock-room.

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