La muerte de César Pelli: “nunca olvidó sus raíces”

DE NUESTRA REDACCIÓN EN TUCUMÁN.-

Con su habitual voz pausada, Olga Paterlini de Koch, ex decana de la Facultad de Arquitectura de la UNT, desgrana recuerdos y reflexiones vinculadas con César Pelli, el arquitecto tucumano que dejó huellas en todo el mundo y que falleció ayer. En un momento de la conversación advierte: “tengo una anécdota”. Y arranca: “fui a dictar un curso a la Universidad de Illinois, en Estados Unidos. Me recibió un grupo de profesores y me preguntó de dónde venía. Yo les dije que era de Tucumán y que seguramente ellos nunca habían escuchado hablar de esta provincia. Uno de los profesores, un hombre mayor, me respondió: ‘cómo no lo vamos a conocer; de ahí vino nuestro egresado más famoso’”. Se referían nada menos que a Pelli, quien luego de estudiar en la universidad tucumana partió a Illinois, donde realizó una maestría. “Fue uno de los cinco arquitectos top del mundo; no podemos desconocer eso. Pero me interesa destacar algunas cosas: a pesar de que se movió en todo el mundo, nunca se olvidó de Tucumán ni de sus profesores; fue un hombre de mucha sensibilidad hacia quienes lo formaron”, señaló Paterlini. Según contó la arquitecta, Pelli siempre destacó que aprendió urbanismo en el Instituto de Arquitectura y Urbanismo en el que estaba, entre otros, Eduardo Sacriste. “Revolucionaron la enseñanza de la arquitectura. Introdujeron la enseñanza en los talleres y sostuvieron la idea de investigar, proyectar y hacer la extensión en el medio. Ël bebió toda esta innovación”, destacó. La ex decana de la Facultad de Arquitectura agregó que otra de las cualidades de César Pelli fue la de abrir nuevos caminos en la arquitectura. “Cuando se empiezan a desarrollar los shopping centers, en Estados Unidos, se presenta un problema: el enorme gasto de energía que implicaba mantener climatizados esos edificios completamente vidriados. Él presionó a la industria del vidrio para que evolucione y, de esa manera, lograr que esos edificios no incidieran tanto en la energía”, manifestó.

Paterlini hizo hincapié en la “calidad humana” de César Pelli. “Siempre tuvo la puerta abierta de su estudio para quienes quisieran visitarlo. Para nosotros es bueno ver que alguien que tuvo tamaño éxito en la arquitectura nunca olvidó sus raíces y tuvo tanto respeto por sus profesores”, concluyó.

"Un amigo entrañable"

“César era un gran profesional, pero sobre todo un amigo entrañable. Lo llevó a mi marido, Eddy González, a trabajar con él en el estudio de un famoso arquitecto austríaco, que se llamaba Víctor Gruen. César todavía no tenía estudio propio en Estados Unidos, y trabajaba con lo de  Gruen como jefe de diseño. Cuando supo que yo no estaba pasando un buen momento y además estaba embarazada él mismo me llamó para que fuera a trabajar con él”, recuerda entre lágrimas la arquitecta jubilada Charo Castro de González. “Lo conocí a César en Tucumán. Él había venido a dictar un taller en la Facultad de Arquitectura de la UNT. Durante ese tiempo él vivía en Horco Molle con su mujer, Diana Balmori, que también era arquitecta. Era una persona increíble, de una generosidad muy grande”, dice sin consuelo.

“Una pena enorme”

“Qué pena enorme es saber que acaba de partir un tucumano que supo representarnos en el mundo tal y como soñamos. El honor de haberlo conocido me hizo saber de su sencillez; y de la agudeza de su inteligencia. Admire la pasión con que vivió la profesión: como un argentino por el club de sus amores. La excelencia de su obra dará testimonio de ello más allá de nuestro tiempo. Que en paz descanse”. El recuerdo de Gabriela Lo Giudice, representante de la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (UNSTA) en la comisión de Patrimonio de la Provincia.