María Rosa Yorio: “Me rebelaba todo el tiempo y después veía qué pasaba”

María Rosa Yorio, ex pareja de Charly García, con quien tuvo un hijo, escribió Asesínenme, un libro en el que repasa su vida, habla de la inserción de la mujer en el ambiente rockero de los inicios y cuenta cómo fue vivir al lado de uno de los artistas más reconocidos de la Argentina.

04 Ago 2019
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pequeña semblanza de una familia tipo americana. Charly García, María Rosa Yorio y el pequeño Migue.

> ENTREVISTA A MARÍA ROSA YORIO

Por Alejandro Duchini

PARA LA GACETA - BUENOS AIRES

Asesínenme - Rock y feminismo en los años 70, el libro de la cantante María Rosa Yorio, tardó más de 20 años en escribirse. Ella dice que desde 1993 hasta hace unos años fueron varias las veces en las que le ofrecieron escribirlo. La convocaron, le hicieron entrevistas para saber cómo fueron los años 60 y 70, aquellos en que se inició la cultura rock nacional. Yorio fue pareja de Charly García en los tiempos de Sui Generis. Se casaron, tuvieron un hijo -Migue-, se separaron. Se alejaron, se acercaron. En el mientras tanto se puso de novia con Nito Mestre, la otra pata del dúo. “Decían que mis recuerdos importaban porque estuve en el abc del rock nacional”, dice desde su enorme casa de Recoleta, que albergó varias de las escenas que se cuentan en Asesínenme, porque entre esas paredes nació y creció Yorio, se educó, se hizo hija rebelde, se fue y volvió.

Ahora la casa está a la venta, como cuenta en el libro, porque quiere irse a un lugar “con más verde”, como le agrega a LA GACETA en una charla de domingo a la mañana, mientras prepara el almuerzo con el que recibirá a amigos.

Yorio entendió a fines de diciembre de 2017 que en los tanteos editoriales faltaba hablar de las horas posteriores a la separación de Sui Generis. Nunca las preguntas iban por ese lado, dice. Entonces, una noche de verano miró las estrellas a través de la ventana y les dijo: “Ustedes que son las mismas que me vieron cuando era chiquita, me tienen que ayudar”. Y ahora me dice a mí: “Creo en el amor de las estrellas. Me senté y me puse a trabajar”.

Nunca sabremos, queridos lectores, cuál fue la incidencia de las estrellas para que el libro al fin de concrete. El caso es que salió a la venta a mediados de este año y fue un boom. Tal vez porque, justamente, hay una estrella que ocupa gran parte de los relatos: Charly García. En unas fotos entre las 200 páginas vemos a Charly con pelo largo largo, sin bigote, con bigote, con pantalón Oxford, con y sin anteojos, joven, viejo. Siempre genio.

Lo diferente de Asesínenme es que se cuenta a Charly desde una mirada poco común. La de quien fuera su compañera. Del músico sabemos bastante. Que no sólo estuvo en los inicios del rock en la Argentina, sino que se convirtió en el más importante. Luis Alberto Spinetta y Gustavo Ceratti a lo mejor le pelean el cetro. O Fito Páez, Andrés Calamaro y Litto Nebbia. Pero ninguno renovó la música como Charly, que describió la densa época de la censura militar, que anticipó el país que se vendría con la democracia, que hizo arte musical y que protagonizó escándalos propios de un rockero hecho y derecho.

Hablemos de música

- ¿Qué te dejaron los 60 y 70?

- Discos que me marcaron. María Creuza, María Elena Walsh, Leonardo Fabio, Amelita Baltar. Balada para un loco. Charly me acompañaba con esas canciones. Hace poco murió Joao Gilberto. Tristeza nao tem fim (en este momento se pone a cantar: un lujo que recibo con alegría: Yorio le puso música a mi niñez y adolescencia). Yo había ido al Coro Nacional de Niños. Tenía buena formación. La educación pública en los 60 era muy buena. Sabía francés, inglés. Con matemática nunca pude. Y eso que hoy me gustan los números. En esa época empecé a estudiar teatro y conocí a Charly. Fue un momento artístico y de mucha rebeldía.

- ¿Y los 80?

- Cantaba. Hacía música. Siempre intenté que mi voz esté entrenada, preparada. Tuve la suerte en un momento de dar clases de canto, lo que me permitió estar aggiornada. Soy muy sensible: cuando canto trato de vivir lo que canto. Siempre se lo recomiendo eso a mis alumnos. Cuando era joven me costaba ser estable. Era una jovencita menos revolucionaria, pero rebelde. Me rebelaba todo el tiempo y después veía qué pasaba. Pero ahora no. Ahora pienso más en las consecuencias.

- Decís en el libro que Charly se dedicaba más a la música y vos a criar a tu hijo. ¿Eso relegó tu carrera musical?

- Charly me ayudaba, pero yo estaba sola. Charly era de una personalidad muy egocéntrica. A mí me ayudó mucho ser una mujer de fe. Siempre tuve fe.

- En los 90 grabaste discos, pero la situación se complicó.

- Mis discos tuvieron éxito, pero al mismo tiempo en esos años cambiaron las leyes de juego de las grabaciones. Mi hijo ya era adolescente, mostraba su rebeldía. Charly estaba en una situación complicada como para comunicarnos. Pero siempre el arte y la fe te salvan. Yo conocí un grupo en Brasil que fue muy importante. Que me ayudó mucho para que aquellos cambios no me dejaran demasiado herida.

- Si los 90 fueron difíciles, el 2001 arrasó con todo: en tu caso contás que la pasaste mal.

- Lo que cuento sobre la milanesa que me robé en un supermercado para comer no pasó porque no tuviese para comer. Para comer siempre tuve. La clase media siempre zafa. Además nunca falta el que te ayuda. Esperáme que voy a ver las verduras que puse en el fuego…

Papas al horno

- ¿Qué estás cocinando?

- Papas y batatas al horno, trigo y pasas. Todo orgánico. La alimentación es un pilar para mí.

- ¿Y los libros?

- Siempre me gustó el mundo de la literatura. No leí todo lo que debería leer. Pero a lo que accedí, fue de una manera profunda. El momento de la lectura es muy íntimo. De aprendizaje.

- No es lo mismo que sentarse a escribir.

- No, no. Hilar estos capítulos y que sonaran más o menos lindo no fue sencillo. Escribo canciones desde chica, cuando me decía que además era escritora. Siempre en esta misma casa. Pero no es lo mismo escribir canciones que libros.

- Hablaste seguido de la casa, la mencionaste en el libro y ahora está en venta. ¿Qué significado tiene esta casa, que es tan protagonista de Asesínenme como vos y Charly.

- Fue muy importante la casa. Incluso me siento más fuerte en ella. Entra el sol, tiene cuatro habitaciones grandes, cocina y es muy antigua. ¿Ves? La vendo porque siempre viví en la ciudad pero tengo un apego muy profundo con la naturaleza.

- ¿A qué barrio te irías?

- Todavía no lo sé, pero lo mío es más alejado: posiblemente me vaya a vivir a la provincia de San Luis.

- ¿Tucumán no es opción?

- Con Tucumán siento que tengo una deuda personal. Hace unos seis o siete años fui a Tucumán a cantar. Me alojaron en el Hotel Sheraton. Los que me contrataron no me ayudaron a recorrerla, algo que suele hacerse con los artistas cuando visitan un lugar. Lo lamenté mucho. Además, había un ambiente organizativo medio agresivo. Entonces me volví. Fue la primera vez que me pasó algo así. Me quedé muy mal con eso. Sé que voy a regresar para darme el gusto de cantar ante los tucumanos.

- ¿Sabés si Charly leyó el libro?

- No sé. Se lo llevaré en estos días.

© LA GACETA

PERFIL

Nacida en Buenos Aires el 28 de agosto de 1954, fue una pionera entre las mujeres del rock nacional. Integró PorSuiGieco (ella no figura en el nombre de la banda), Los desconocidos de siempre y grabó seis discos como solista. Uno de sus hits es “Haciendo el amor en la cocina”. Asesínenme es su primer libro. Pero, como le cuenta a LA GACETA, es posible que vengan más. Entre ellos, una novela.

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