Aseguran que la austeridad fiscal será la clave para salir de la crisis

La Fundación Mediterránea recomienda desindexar la economía para poder bajar la inflación.

13 Ago 2019
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SIN PRECIO. Ayer, el dólar no encontró un techo en las pizarras de la city. la gaceta / foto de juan pablo sánchez noli

La campaña electoral sigue tras las PASO, pero cabe esperar que los lineamientos de política económica a aplicar a partir del 10 de diciembre adquieran una mayor nitidez. Así lo señaló ayer el último informe del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral), dependiente de la Fundación Mediterránea, que destaca que el éxito o el fracaso de una gestión dependen del contexto regional y global en el que le toca operar, de las condiciones de la economía local al momento de asumir y, particularmente, del tipo de políticas que se habrán de aplicar. “En este tercer factor, es clave la consistencia entre objetivos e instrumentos pero, sobre todo, que se esté dando respuesta a los principales problemas de la etapa y se estén generando incentivos para la inversión y el empleo”, señaló.

A priori, según el Ieral, el mundo no le promete demasiado a la próxima gestión, a juzgar por el crescendo de la pulseada entre Estados Unidos y China, ahora con foco en la cuestión cambiaria. “Sin embargo, no puede desecharse la posibilidad de algún tipo de acuerdo entre ambas potencias en el futuro. El otro elemento a destacar es la trayectoria de Brasil. El principal socio del Mercosur tuvo crecimiento cero en 2015-2019, pero a partir de 2020 podría converger a una velocidad crucero de 2,5 % anual para la variación del PIB, con impacto significativo sobre la Argentina. Comparado con 2015, la economía de nuestro país ha avanzado en temas complejos, caso de la fuerte reducción del déficit fiscal y de la corrección de tarifas de servicios públicos, aunque en ambos ítems hay tareas pendientes”, dijo.

En el lado del debe el Ieral aseguró que está la inflación, que podría cerrar el 2019 en un 40% anual, aunque la actualización de las tarifas ya efectuada y un valor del tipo de cambio que ahora podría estar cerca del equilibrio, habrán de facilitar mucho las cosas para 2020, en caso que el gobierno que asuma se decida a aplicar un plan de estabilización.

En función de lo que puede esperarse del contexto internacional y regional y, teniendo en cuenta las condiciones de arranque para la próxima gestión presidencial, lo que habrá de inclinar la balanza para el éxito o el fracaso será, según el Ieral, el tipo de objetivos a los que se asigne prioridad, así como la consistencia de los instrumentos elegidos. “El cuadro de situación es el de un país con alta inflación, pero con condiciones inéditas para empezar a bajarla, un riesgo país elevado, pero con fundamentos que permitirían recortarlo a la mitad, y una agenda pendiente a favor de la competitividad, como forma de aprovechar el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea”, señaló en su informe.

Y finalizó: “para bajar la inflación sin seguir apelando a elevadísimas tasas de interés se necesita desindexar la economía, al estilo de lo que ocurrió con el plan Austral o el plan Real, de Brasil. Pero ese mecanismo no es un sustituto de la austeridad fiscal, que deberá ser sostenida en el tiempo para lograr una baja sustancial del riesgo país. Esto es clave para aspirar a un salto positivo en la inversión privada, que ahora puede encontrar diversidad de oportunidades tras el oportuno acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea. Pero los países vecinos también estarán tratando de capturar esos proyectos, por lo que habrá que ofrecer mejores condiciones para la producción. Y esto cuestiona de lleno a los impuestos distorsivos y a la excesiva centralización de los convenios laborales”.

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