Etiquetas tramposas: hay que estar atentos

18 Ago 2019
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> Bebidas rehidratantes, sólo para deportistas
Su función es reponer sustancias perdidas durante la actividad física. Deben aportar sodio, potasio, cloro, magnesio y calcio (muchas no lo hacen), pero además añaden mucho azúcar. No son aptas para consumo diario.

> La granola puede ser una bomba calórica
En la mayoría de los casos, no es sólo una mezcla de cereales y frutos; incluye aceite y jarabe o azúcar.  Tiene muchas calorías (hasta 400) de rápida absorción, por lo que da un bajo nivel de saciedad.

> Vegetariano no es sinónimo de saludable
Una comida vegetariana puede incluir opciones poco saludables, como frituras, azúcares, grasas vegetales poco saludables (sobre todo, en postres), platos ricos en cereales refinados y fast food igual de poco recomendable que lo tradicional.

> El yogur descremado puede sumar azúcar
Lo venden como mejor opción que la versión entera, pero sólo tiene 3% de grasa y, en cambio, mucho azúcar. Los lácteos enteros favorecen la saciedad. Debería primar el “sin azúcar añadido” por encima del “descremado”.

> Es falso que el agua con la comida engorda
Antes, durante o después de las comidas, el agua no aporta calorías. En todo caso, dicen expertos, beberla justo antes de comer puede llevar a comer menos, porque ocupa lugar en el estómago. Tampoco produce retención de líquidos.

> Complejos de vitaminas, sólo como excepción

Los suplementos nunca deben sustituir una dieta equilibrada y variada. Pueden necesitarse sólo en casos muy concretos (durante el embarazo o en caso de determinadas patologías) y siempre con prescripción médica.

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