Deforestación en el Gran Chaco: los bosques nativos sufren como la Amazonia

Según Greenpeace, Santiago del Estero, Chaco, Formosa y Salta concentran el 80% de los desmontes de país. Por qué nuestra Provincia se convirtió en la principal fuente de emisiones de carbono del norte argentino.

27 Ago 2019
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Fuente: Informe “El sacrificio de los bosques del Gran Chaco”, de Greenpeace.

Un informe de Greenpeace de julio de 2019 advirtió sobre la cantidad de bosques que se pierden en las provincias de norte del país. Según la organización ambientalista, cuatro provincias concentran el 80% de los desmontes de la Argentina: Santiago del Estero, Chaco, Formosa y Salta. El dato devastador: el 36,3% de la superficie deforestada durante el lapso analizado correspondió a bosques nativos.

La zona del “Gran Chaco” de Argentina es la segunda ecorregión boscosa más extensa del continente americano y una de las áreas más ricas en biodiversidad del planeta que ayuda a mitigar el cambio climático y que, además, alberga una vegetación y vida silvestre únicas que incluyen 3.400 especies de plantas, 500 especies de aves, 150 mamíferos, 120 reptiles y 100 anfibios.

Si bien actualmente se habla mucho de la pérdida ambiental que se está ocasionando por los cientos de focos de incendio en la selva amazónica en Brasil, Argentina (en las provincias recién mencionadas) perdió 113.000 hectáreas de bosques nativos en 2018, según Greenpeace. A su vez, la Secretaría de Ambiente de Argentina estimó que entre 1990 y 2014 se deforestaron 7.226.000 hectáreas de bosques (una superficie similar a la de Holanda y Bélgica).

Además, en los últimos años, la FAO, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, ubicó a Paraguay, Argentina y Bolivia entre los diez países que más desmontaron entre 2010 y 2015.

“El 4,3% de la deforestación global ocurre en Argentina”

En 2014, en su Quinto Informe de Evaluación, el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) advirtió que “el 4,3% de la deforestación global ocurre en Argentina”, y que “la deforestación en el bosque chaqueño se ha acelerado en la última década a partir de la expansión agrícola, convirtiéndose así en la principal fuente de emisiones de carbono del norte argentino”.

“Cada año en Argentina se destruyen 100.000 hectáreas de bosques por ganadería intensiva, más del doble que por agricultura”, explicó Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace.

Después del Amazonas, el Gran Chaco es la ecorregión boscosa más extensa del continente americano y la que despierta mayor preocupación, indican desde Greenpeace.

Los bosques nativos se encuentran en peligro en Argentina, no por los incendios, sino por una gran problemática que dista de estar resuelta: el avance de la frontera agropecuaria (ganadería intensiva y soja transgénica).

Fuente: Informe “El sacrificio de los bosques del Gran Chaco”, de Greenpeace.

El caso Cresud

Cresud, la compañía cuyos principales accionistas y directores son Eduardo Elsztain y Alejandro Elsztain,  ya ha desmontado más de 120.000 hectáreas en la provincia de Salta (1998 – 2018), lo que equivale a seis veces la ciudad de Buenos Aires.

Esta empresa representa un importante actor agropecuario en América Latina, con negocios en Argentina, Bolivia, Brasil y Paraguay en cultivos, caña de azúcar y ganado, donde posee más de 800.000 hectáreas. Exporta, a través su marca Carnes Pampeanas, a Alemania, Holanda e Israel.

“La actual crisis climática y de biodiversidad nos obliga a tomar medidas en forma urgente. Las empresas deben implementar políticas de Deforestación Cero. Destruir bosques es un crimen“, agregó Giardini.

Recientemente Cresud solicitó al gobierno de la provincia de Salta un permiso para deforestar 7.559 hectáreas para ganadería en su finca Los Pozos.

Los bosques y el oxígeno

Un reciente informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) estimó que el contenido de dióxido de carbono total almacenado en los bosques argentinos presenta un valor de casi 26 millones Gg de CO2 (dióxido de carbono). Cabe señalar que el Gran Chaco, una de las ecorregiones más amenazadas por la deforestación y la degradación, es la que mantiene el 50% del contenido de CO2 de los bosques de Argentina.

Fuente: Informe “El sacrificio de los bosques del Gran Chaco”, de Greenpeace.

¿Qué es el Gran Chaco?

Es un bosque conocido como “impenetrable”. Los bosques y selvas concentran más de la mitad de la biodiversidad terrestre del planeta y de ellos obtenemos bienes y servicios indispensables para nuestra supervivencia, como alimentos, maderas y medicinas. Son hogar y sustento de miles de comunidades indígenas y campesinas, y juegan un rol fundamental en la regulación climática, el mantenimiento de las fuentes y caudales de agua y la conservación de los suelos.

Con más de un millón de kilómetros cuadrados, el Gran Chaco es el segundo ecosistema forestal de Sudamérica, después del Amazonas. Se extiende a lo largo de Argentina, Paraguay, Bolivia, y una pequeña porción en Brasil.

La región presenta gran diversidad de ambientes: llanuras, sierras, ríos, sabanas secas e inundables, esteros, bañados, salitrales, arbustales, palmares; y una gran extensión y diversidad de bosques, algunos de ellos muy densos, conocidos como “impenetrables”, en los cuales no hay agua superficial.

Las especies que viven y crecen en los bosques chaqueños toleran temperaturas que se elevan hasta cerca de los 50ºC en verano.

En el Gran Chaco viven 4 millones de personas, muchos son campesinos y pequeños productores agropecuarios. Cerca del 8% de sus habitantes son indígenas, quienes dependen del bosque para obtener alimentos, agua, maderas y medicamentos. Chaku significa "lugar de caza" en lengua quechua.

En el Chaco argentino hay alrededor de 200.000 indígenas de nueve pueblos originarios (en su mayoría wichi y qom).

Muchas de las familias indígenas y campesinas de la región chaqueña no han obtenido la titularización de las tierras en las que habitan.

Fuente: Informe “El sacrificio de los bosques del Gran Chaco”, de Greenpeace.

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