La imagen de un poncho divide a los candidatos de Sáenz en la Capital

El ícono es el detalle representativo del frente político y su utilización resulta clave para la confección de la pantalla del voto electrónico.

03 Sep 2019
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Fotomontaje La Gaceta

Entre los precandidatos a intendentes del frente ‘Sáenz Gobernador’ se desató una interna por el uso de la imagen de un poncho salteño.

El símbolo de esta tradicional prenda gaucha es el emblema del espacio político que impulsa la candidatura a gobernador de Gustavo Sáenz, y por eso los cuatro postulantes a la intendencia capitalina reclaman su utilización.

El conflicto surgió cuando la semana pasada la lista Salta Nos Une, de Bettina Romero, registró al poncho como su imagen representativa para la pantalla del voto electrónico. Días después, la lista de concejales del Partido Identidad Salteña (PAIS), que apoya a Romero, hizo lo mismo.

Teniendo en cuenta esta situación, los apoderados de las otras listas pusieron el grito en el cielo porque entienden que esta situación generaría ventajas electorales para esta precandidata respecto a los otros.

“El poncho es el símbolo del frente y corresponde que los cuatro precandidatos puedan usarlo. El poncho es de Gustavo (Sáenz) no de Bettina (Romero)”, dijo uno de los apoderados a LA GACETA.

La polémica se acrecentó cuando los asesores del intendente capitalino distribuyeron el manual de campaña entre la dirigencia. En ese documento se detalla claramente que la imagen del poncho debe estar en todos los afiches, panfletos, carteles u otro material de propaganda que se realice con las fotos de los candidatos.

POLÉMICA. El uso de este símbolo despertó discusiones entre los candidatos de Sáenz.

Teniendo en cuenta la presentación de Salta Nos Une y PAIS, Martín Grande, Matías Posadas y Víctor Lamberto deberían utilizar los símbolos de su partido y despojarse de la principal referencia del candidato a gobernador.

Dirigentes cercanos a Sáenz aseguran que el jefe comunal quiere que sus candidatos compitan en igualdad de condiciones. Pero esta voluntad debe plasmarse en algún documento porque en el Tribunal Electoral valen los papeles y no las buenas intenciones.

Esta discusión deberá dirimirse antes del seis de septiembre, fecha límite que establece el cronograma electoral para la presentación de imágenes y símbolos partidarios.

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