Da confianza y baja la ansiedad: ¿correr se convirtió en la nueva terapia?

El corredor y psicólogo deportivo Esteban Robles enumera algunas de las ventajas de practicar este deporte. Si es en grupo, mucho mejor.

07 Sep 2019
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CORRER AL SOL. Una mujer enfrenta el camino, tal como lo hacen a diario cientos de tucumanos.

Él, cuando corre, se siente libre. Él, cuando corre, siente que se supera a sí mismo, a través del sacrificio y del orden. Y él sabe que sus sentimientos no son únicos, sino coincidentes con los de la mayoría de los corredores. ¿Por qué? ¿Qué tiene el running para que nada amedrente a sus cultores? Para que a las seis de la mañana, cuando las ciudades apenas comienzan a desperezarse, ellos anden en las calles. O para que a la siesta, cuando en estas latitudes el sol pega a plomo, salgan a sudar la gota gorda. ¿Por qué? ¿Para qué? “Está clínicamente probado que el ejercicio regular contribuye a alcanzar el bienestar”, simplifica Esteban Robles, corredor y psicólogo especializado en el área deportiva.

- ¿Hacer deporte puede resultar antidepresivo?

- En general, se puede considerar que sí. Cada vez hay más evidencia sobre los efectos antidepresivos de la actividad física. Pero no se puede afirmar, con certeza, que cure la depresión o que la prevenga. El efecto en el estado de ánimo dependerá, entre otras cosas, del tipo de actividad; de las preferencias y capacidades individuales; de la frecuencia e intensidad; del entorno en el que se realiza y de las motivaciones que llevan a cada persona a sostener una práctica.

- ¿El ejercicio también ayuda a bajar la ansiedad?

- Los beneficios sobre la salud mental se explican, en general, por diversos mecanismos, desde modelos fisiológicos -como la liberación de hormonas y neurotransmisores que intervienen en los estados de ánimos- a modelos psicológicos. Estos últimos postulan que la actividad física les brinda a las personas un espacio en el que pueden distraerse de sus problemas y adquirir nuevas perspectivas o soluciones. Además, una práctica sostenida puede desarrollar la autoestima, lo que se traduce en mejores recursos para afrontar las exigencias diarias. Esto repercute, finalmente, en una reducción en la percepción de la ansiedad y en un aumento del bienestar.

- Un corredor, si se vuelve un poquitín exigente, se tiene que levantar a horas concretas, cuidar su dieta, entre otras cosas ¿Todas las personalidades pueden adaptarse a ese ritmo?

- Existe un gran debate con respecto a la relación entre el deporte y la personalidad. Para algunos, el deporte forja el carácter; para otros, lo revela. La psicología deportiva considera ambas perspectivas. En términos generales, podemos plantear que un deporte no modifica una personalidad. Pero sí puede potenciar rasgos positivos como el sentido de competencia, la adaptación a las normas, la responsabilidad, la agresividad, el trabajo en equipo y la tolerancia a la frustración. También puede elevar los rasgos negativos, como la intolerancia y el egoísmo.

- ¿Algunos corredores usan el running como un recurso evasivo?

- Ese es un riesgo en toda modalidad deportiva. El deporte puede servir para distraerse de los problemas. Por eso, muchos dicen que correr es su “cable a tierra”. Pero una distracción no constituye, precisamente, una solución. El running, puntualmente, puede significar ese escape. Pero pienso, más bien, que ayuda al corredor a identificar un objetivo; fijar metas intermedias; diseñar un plan para alcanzarlas y hacer un uso adecuado de sus recursos. Y esas destrezas, reitero, se aplican luego a otros aspectos.

- Practicar running en el trabajo se ha vuelto tendencia en las empresas. ¿Por qué?

- Correr fomenta la empatía, la comunicación y la motivación. Y el deporte, en general, ha permitido siempre la adquisición de competencias que pueden trasladarse al ámbito laboral, como orientación a metas precisas; búsqueda de rendimientos individuales que potencien el rendimiento grupal; estilos positivos de liderazgo y una comunicación efectiva.

- ¿Para quiénes afrontan entornos laborales estresantes o viven con algún pariente enfermo, el trote puede ser un apoyo?

- Ante esas situaciones, es importante recurrir a actividades que permitan distenderse, descargar las presiones y encontrar experiencias gratificantes. Y si se corre en equipo, mejor todavía porque se construyen vínculos.

- ¿Se puede dejar atrás una enfermedad corriendo?

-La actividad física resulta un buen apoyo en el tratamiento de ciertas enfermedades. En cuanto a la salud mental, además de los beneficios mencionados, se ha comprobado que correr disminuye el deterioro cognitivo. Se sugiere que el riesgo de Alzheimer, por ejemplo, desciende.

No hace falta exigirse al límite para notar las virtudes del deporte. Cuando se le pregunta a Robles cuánto tiempo semanal hay que dedicarle al ejercicio, contesta que tanto para la salud física como mental, la recomendación mínima es de 20 a 40 minutos por día de trote o de caminata. A eso hay que hacerlo unas cinco veces a la semana. “Tolerar la frustración, ajustar expectativas, no abandonar antes de un tiempo es básico para que pequeñas decepciones no nos alejen impulsivamente de grandes objetivos”, concluye.

> Para principiantes
“Antes de plantear objetivos, es importante realizar una evaluación de las capacidades para establecer metas realistas, alcanzables y atractivas. Esto le permitirá al practicante ajustar sus expectativas y evitar frustraciones”, recomienda Esteban Robles a los que se inician. 

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