Una mamá denuncia la desaparición de su hija de 11 años: “Se la llevó el primo”, dice

Desde el sábado, Elda Tula no sabe nada de Elizabeth, la nena estaría con un mayor de edad.

10 Sep 2019
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Elda y Elizabeth Tula. Fotos de Raul Alberto Costes

Desde su casa en un humilde barrio de Salvador Mazza, y abrazando las fotos en la que aparece su hija con la bandera argentina en un acto escolar, Elda Tula denuncia la desaparición de Elizabeth de los Ángeles. Entre la desesperación y la incertidumbre, la mujer asegura que la niña fue secuestrada el sábado pasado y en el destacamento policial minimizaron su denuncia.

“El policía que me atendió me dijo que haga primero una exposición, porque la Eli se fue por su propia voluntad”, dice Elda a LA GACETA. Pero Eli tiene apenas 11 años y, según su relato, estaría con un joven de 21.

Alrededor de las 16 del último sábado, Daniel Pimentel fue en moto hasta la vivienda de la mujer y se llevó a la niña. Elizabeth habría subido voluntariamente a la motocicleta. Pero desde aquel día nadie sabe nada de ella, ni de él.     

“En ese momento me fui a lavar ropa en una finca, en el barrio Jardín. Mi bebé (su hijo de 8 años) la vio irse en la moto del primo”, cuenta.

Elda siempre sospechó de las intenciones del joven, sobrino de su ex marido. “La silbaba, la seguía”, recuerda. Asegura que desde mayo de este año, Daniel acosaba a su hija y la veía a escondida.

Ahora teme que Elizabeth esté en Bolivia, donde su exmarido tiene familia. “Se la llevó el sobrino del padre. No puede ser que saque así a mi hija. No sé si come o no”, exclama y pide ayuda para difundir la foto de la niña, pues desde la policía no recibió la atención que esperaba.

Alrededor de las 23 de ese mismo día, Elda fue al destacamento Alto Verde para denunciar la desaparición de hija, según cuenta y desde ese momento solo sabe que el joven y la moto tampoco están en Salvador Mazza.

“Eli salió con una calza blanca, remerita morada, zapatillas blancas”, detalla la mamá, que vive en una precaria vivienda del barrio Matadero, de aquella localidad del norte de Salta. Allí también viven sus otros cinco hijos. “Tuve ocho yo, pero dos fallecieron: uno por un choque de un camión y el bebé cuando nació en 2016”, relata.

Elizabeth es la sexta de los hermanos. “La Eli es estudiosa, va a cuarto grado”, dice. Con el padre de su hija, Elda no tiene buen diálogo. “Él viene a hacer renegar no más”, agrega. Esta mamá, con lo que gana haciendo labores domésticos y la pensión que recibe por un hijo con discapacidad, mantiene la familia. Apenas. Pero hoy su mayor preocupación es su niña, por quien reclama ayuda y espera que regrese a su casa.

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