Los chalecos amarillos y la Policía se enfrentan en Nantes

El movimiento contra Macron se reanuda ante un proyecto de reforma previsional La fuerza pública arrestó a 21 personas. Macron ya ha destinado € 17.000 millones a gasto social para aliviar las tensiones.

15 Sep 2019
1

LE RÉVOLTÉ. Una bandera de Francia y un chaleco amarillo flamean simbólicamente en el centro de Nantes. reuters

NANTES.- Una nueva protesta -la número 44- de los chalecos amarillos culminó en un enfrentamiento después de que la policía respondiera con gases lacrimógenos a los proyectiles de algunas personas vestidas de negro y ocultas tras máscaras. Varios manifestantes se refugiaron en negocios aledaños, mientras que otros desafiaron a los agentes y quemaron un contenedor.

Antes, poco después de que comenzara la manifestación, varios paraguas se habían abierto bajo el cielo sin nubes para apoyar a los activistas de Hong Kong que desde hace 15 semanas utilizan ese símbolo en sus movilizaciones contra Pekín.

Denuncias en Internet

Los chalecos amarillos escondidos en las tiendas utilizaron las redes sociales con el fin de rechazar las políticas antisociales supuestamente implementas por el Gobierno de Emmanuel Macron. También denunciaron lo que consideran un capitalismo destructivo y la reacción de las fuerzas de seguridad, que entienden como represión policial.

Sin embargo, la Prefectura del departamento de Loire-Atlantique, cuya capital es Nantes, informó que los activistas no habían pedido permiso para manifestarse. A causa de la celebración de la feria anual de diversión de Saint-André y el consecuente riesgo de desbordamiento, la Prefectura había prohibido cualquier tipo de reunión.

Ayer la policía arrestó a 21 personas por llevar objetos que podrían ser utilizados como armas. Las autoridades comunicaron además que confiscaron 22 cócteles mólotov escondidos, 10 morteros, 100 paraguas y un extintor de incendios.

En noviembre del año pasado, cuando salieron a las calles, los chalecos amarillos se manifestaron contra un proyecto de aumento de los precios de los combustibles, pero a lo largo de los meses el movimiento se transformó en una revuelta violenta contra el Gobierno.

El presidente Macron ha tratado de aliviar las tensiones con un paquete de € 17.000 millones destinado a subir el salario mínimo, eliminar algunos impuestos y aliviar a los jubilados. Sin embargo, ahora se enfrenta a una ronda de ira mientras trata de fusionar los 42 sistemas de pensiones diferentes que existen en Francia en un sistema único. (Reuters)

Comentarios