Sin salidas, la casa reemplaza al boliche

Los encuentros caseros se extienden como una opción para toda la noche y reemplazan al boliche.

13 Oct 2019

DE LA REDACCIÓN EN TUCUMÁN.- Para los empresarios de la noche los adolescentes no son el mejor negocio. Como no pueden venderles alcohol, las ganancias se reducen a las entradas. Salvo algunas excepciones, que incluyen comidas dentro de la pista de baile, ya no hay matinés ni boliches adonde puedan ir a bailar los menores de 18 años.

Pero los chicos no se quedan sin fiesta. Lo que antes era una previa en una casa, antes de salir a bailar, ahora se extiende toda la noche. Eligen las viviendas en las cuales los padres son “más piolas” y se divierten entre amigos.

“Se hacen en casas o departamentos y duran hasta las 7 de la mañana. Gastamos menos plata y estamos entre conocidos. Para los padres, es algo más seguro y pueden controlarnos. Siempre, o casi siempre, hay alcohol. Si no nos dejan lo contrabandiamos (sic)” , cuenta Mauro, de 16 años, alumno de un colegio cercano a la plaza Urquiza.

“Ahora, morir en una casa es la regla, en el sentido de que todo termine ahí”, añade Julián, de 15, su compañero.

¿Sus padres están de acuerdo con que tomen alcohol? “Sí. De todas maneras saben que vamos a tomar. Prefieren que sea en la casa y no en la calle donde nos asaltan. Yo con mis viejos hablo mucho. Ellos me aconsejan que no tome como loca, para intoxicarme. Me dicen que tome de a poco y siempre la misma bebida con la que empecé esa noche… que no mezcle. Y que si alguna vez no me siento bien, que sean los primeros a los que llame”, confiesa María Victoria, de 16 años.

¿Te pasó emborracharte alguna vez? “Sí. Mis viejos me ayudaron y al día siguiente tuvimos una larguísima charla. A veces está bueno conocerse al límite. Nunca más me pasó”, añade la adolescente.

Comentarios