La detección a tiempo es vital para reducir las secuelas del ACV

“La persona tiene que saber la hora de inicio de los síntomas, porque comienza el periodo de ventana para el tratamiento”, afirma el doctor Julio Fernández.

19 Oct 2019
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SISTEMA DE SALUD. El Hospital Padilla ejecuta un protocolo de acción del Programa Provincial de ACV.

Reconocer cuáles son los signos que presenta el Ataque Cerebrovascular (ACV) es primordial para asegurar la respuesta más rápida para que quien lo sufre pueda acceder al tratamiento pertinente, incrementando la posibilidad de rehabilitación.

Puede ser prevenido, por eso lo que se conocía como accidente hoy se lo reconoce como ataque. Este episodio sobreviene cuando las medidas preventivas, el autocuidado de la persona, fallan.

Hay dos tipos de ACV, el isquémico es cuando se obstruye una arteria lo que provoca la falta de irrigación de una parte del cerebro; el otro es el hemorrágico, esto es cuando se rompe una arteria produciéndose un sangrado y se hace un coágulo.

Conocer los síntomas que advierten este episodio, es primordial para el llamado “período de ventana terapéutica”, donde el paciente recibe el tratamiento que le permite salvar su vida y reducir, en algunos casos de forma considerable, las secuelas provocadas por esta súbita pérdida de flujo sanguíneo cerebral. Las señales más características de un ACV es un dolor repentino de cabeza, extremadamente fuerte, la mayoría de quienes lo padecieron se refieren a “un rayo o estallido”, se lo identifica justamente como cefalea en estallido; adormecimiento o falta de movilidad en el brazo, pierna o cara, o en la mitad del cuerpo; mareo súbito que generalmente provoca una caída.

Cómo actuar

Identificados los síntomas es primordial tener en cuenta el horario en que se manifestó el primero y llamar al 107, la Dirección de Emergencias del Ministerio de Salud Pública, que tiene 150 ambulancias repartidas estratégicamente en todo el territorio provincial. El llamado es derivado a un radio operador, capacitado para este tipo de situaciones, quien hace una serie de preguntas para incluir en su evaluación, definiendo si es o no un ataque cerebrovascular. En caso de confirmarse se da inicio al protocolo de acción del Programa Provincial de ACV, el único del país y uno de los pocos de toda Latinoamérica que es coordinado por el doctor Julio Fernández, especialista en neurointervencionismo.

La provincia cuenta además con una ambulancia especializada, equipada específicamente para tratar al paciente que está padeciendo un ataque cerebrovascular, quien es trasladado al hospital Ángel C. Padilla, donde el equipo de “stroke” o choque, el único del país en el sector público, lo recibe y comienza a ser tratado.

“La persona tiene que saber la hora de inicio de los síntomas, eso es fundamental para el equipo, porque en ese momento comienza el período de ventana para hacer el tratamiento”, resaltó el doctor Fernández.

El tratamiento, de acuerdo al tipo de ACV, puede incluir una terapia endovenosa para disolver el trombo y destapar la arteria, para el cual tienen un período de ventana de 4 horas y media. Cuando la obstrucción es mayor, el período de ventana terapéutica es de 8 horas, tiempo para la realización de una trombectomia mecánica, accediendo un catéter a la arteria tapada para sacar el coágulo y restituir el flujo sanguíneo.

“Es importante que las personas conozcan cuales son los síntomas y se comunique al 107 en ese período de ventana. Por cada minuto que pasa mueren dos millones de neuronas, es fundamental por ello acceder lo antes posible al tratamiento”, manifestó el doctor Fernández.

El ACV es la primera causa de discapacidad en el mundo, y la segunda causa de muerte en Latinoamérica, teniendo una tasa de mortalidad de 30%. Puede afectar a personas de distintas edades aunque hay mayor prevalencia en mayores de 50 años y es en un 85% prevenible, principalmente controlando los factores de riesgo que son hipertensión arterial, tabaquismo, obesidad, colesterolemia, dislipemia, sedentarismo, estrés y afecciones cardíacas.

El Programa Provincial de ACV abarca los tres niveles de prevención, la primaria que abarca la promoción y el tratamiento de los factores de riesgo, para evitar que el ataque se suscite, con campañas permanente que buscan concientizar y visibilizar las conductas saludables para evitar este y otros enfermedades vasculares; la secundaria, con los más actuales de tratamiento de revascularización; y la terciaria que incluye la rehabilitación del paciente, procurando una mejora en la calidad de su vida posterior al evento.

Este programa se implemente desde 2017, y en dos años ha logrado multiplicar por cuatro la tasa de tratamiento y la de ingreso de pacientes al hospital Padilla, esto significa, remarcó el doctor Fernández, que las campañas de promoción y concientización están funcionando, ya que se están pudiendo reconocer estos episodios y cada vez más personas pueden acceder a ese período de ventana.

Se ha logrado una tasa de revascularización cercana al 85%, es decir que se han disminuido considerablemente las secuelas y las muertes por ataque cerebrovascular en Tucumán. Y en solo dos años de su implementación, el Programa Provincial de ACV, ha logrado cumplir con los estándares de calidad de Estados Unidos y Europa, con experiencias similares pero con más tiempo de funcionamiento.

“Todos los indicadores de salud del programa nos están dando resultados muy favorables, esto nos permite seguir avanzando, como lo estamos haciendo, por ejemplo con el sistema de asistencia de ACV por telemedicina con el hospital de Concepción, de esta manera llegamos a todos los pacientes del sur de la provincia en el menor tiempo posible”, puntualizó Fernández.

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