Con Lula libre, se ahonda la división de Brasil

Luego de 580 días tras las rejas, el ex presidente enfrentado con Bolsonaro dejó la prisión y anunció que empezará a recorrer el país.

09 Nov 2019
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EN CURITIBA. Lula le habló a sus seguidores frente a la Policía Federal. fotos reuters

BRASILIA / CURITIBA.- El expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva abandonó ayer la prisión en la que estaba detenido, en la sureña ciudad de Curitiba, poco después que un juez ordenara su liberación.

Lula, que vestía una camiseta azul y un traje negro, saludó sonriente a la multitud que lo esperaba fuera del recinto, y en sus primeras declaraciones dijo que un sector del sistema judicial brasileño trabajó para criminalizar a la izquierda.

En su primer contacto con sus seguidores tras ser liberado, se mostró desafiante y sostuvo que va a comenzar a recorrer Brasil, lo que polarizaría aún más al país gobernado por el presidente de extrema derecha Jair Bolsonaro.

La orden judicial se dio luego de que un dictamen del Supremo Tribunal Federal pusiera fin a la obligación de encarcelar a condenados tras perder su primera apelación.

Se espera que el fallo libere a decenas de condenados de alto perfil en la investigación sobre corrupción bautizada “Lava Jato” (literalmente, “lavado de chorro” para autos), incluyendo a Lula, quien estaba tras las rejas desde el 7 de abril de 2018 por una condena en la que se lo encontró culpable de haber recibido sobornos, que se concretaron en una serie de arreglos edilicios en un departamento de su propiedad. Según la Justicia, esas prebendas costeadas por una empresa de ingeniería se concretaron a cambio de que el Gobierno brasileño, durante la gestión de Lula (Partido de los Trabajadores), beneficiara a la firma con el otorgamiento de contratos para obra pública.

En total, Lula estuvo preso durante 580 días. Él siempre alegó inocencia y dijo que el caso en su contra tenía claras motivaciones políticas.

El real brasileño y el índice bursátil Bovespa profundizaron sus pérdidas por la tarde tras conocerse la noticia.

El ex líder sindical de 74 años gobernó Brasil de 2003 a 2010. Dejó el cargo con un alto índice de popularidad gracias a las políticas sociales que sacaron a millones de personas de la pobreza, pero sus críticos dicen que arruinó el país al permitir que la corrupción prosperara.

Si bien Lula ha tratado de revocar la sentencia, muchos instaron al Supremo Tribunal Federal a dejar sin efecto un fallo anterior que establece que los condenados, incluido el ex presidente, deben pasar tiempo en prisión antes de agotar sus apelaciones.

El jueves, el tribunal superior votó 6 a 5 respecto de que el precedente era inconstitucional.

Tras esta decisión, el abogado de Lula, Cristiano Zanin, solicitó rápidamente la liberación del ex mandatario.

Lula y sus partidarios también han criticado el hecho de que Sergio Moro, un ex juez federal que supervisó la investigación y condenó al líder, se haya convertido en el ministro de Justicia de Bolsonaro.

Moro manifestó en un comunicado difundido durante la mañana de ayer que la decisión de la corte suprema debe ser respetada. (Reuters)

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